Los siete activistas kurdos detenidos en Londres el 27 de noviembre en aplicación de la legislación antiterrorista británica siguen siendo interrogados bajo custodia policial. El periodo de detención bajo esta ley es, inicialmente, de siete días. El Centro Comunitario Kurdo (CCK) del distrito de Haringey sigue ocupado por la policía. La barricada de vallas metálicas ha sido ahora reforzada con bloques de hormigón.

Frente a la barricada hay una tienda de campaña en la que se lleva a cabo una huelga de hambre desde el miércoles. La tienda recibe la visita de muchas personas, incluso de otras ciudades. Los activistas protestan contra la policía y el cierre del centro comunitario.

Entre los visitantes de la carpa se encuentran la alcaldesa del distrito, Peray Ahmet, y varios concejales de Haringey. Peray Ahmet ha dicho que las emociones están a flor de piel y el miedo se extiende por el distrito tras la redada policial. «El cierre del centro tiene un impacto significativo, no sólo en la comunidad kurda, que es una parte integral de nuestro diverso distrito, sino también en la comunidad de Haringey en general», dijo la alcaldesa. Instó a la policía a tener en cuenta las sensibilidades de la comunidad en futuras comunicaciones a los residentes de la zona y a no estigmatizar a ningún grupo.

Otro visitante fue el alcalde de Enfield, Ergin Erbil, con raíces en el Kurdistán Norte. Erbil dijo: «No estoy aquí sólo como político, soy kurdo. Como miembro de la comunidad kurda, estoy profundamente preocupado. El centro kurdo de aquí es una institución valorada por todos nosotros y nosotras, y realiza una labor cultural y social para la comunidad. También conozco a las personas que fueron detenidas. Como primer alcalde kurdo de Inglaterra, digo que el centro es un lugar de encuentro para todos nosotros y nosotras».

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