La co-presidenta del Congreso Democrático de los Pueblos (HDK) en Ankara, Emek Başaraner, ha hablado sobre la creciente represión contra el HDP y las amenazas de cierre del partido. En una entrevista con ANF, ha hablado particularmente de las amenazas de despojar a los diputados de su inmunidad parlamentaria.
No hay base legal para despojar a los diputados de su inmunidad
Başaraner ha dicho: “Las amenazas de despojar de su inmunidad parlamentaria a los diputados del HDP no tienen ninguna base legal. Además, se trata de una petición que no sólo nos afecta a nosotros, sino a los partidos de toda la oposición en general. Un columnista expuso lo absurdo de esta controversia preguntando si ‘algunos fiscales tienen siquiera títulos de abogado’. En las alegaciones se dice que ‘no hay propaganda de una organización terrorista, pero sí potencial para ello’. Las acusaciones también incluyen tuits publicados por mujeres del HDP bajo el lema ‘El 8 de marzo no puede ser prohibido’. Este tipo de declaraciones ya han provocado la detención de varias cientos de mujeres en los últimos años. Leyla Güven, que fue detenida hace unos meses, está acusada, entre otras cosas, de hablar de ‘formas matriarcales de la sociedad’ en uno de sus discursos. Se trata de un delito completamente nuevo”.
Los votantes del HDP están políticamente concienciados
Başarener cree que estas acusaciones son una muestra de la presión a la que está sometido el régimen. Explica: “Por un lado, el régimen no consigue lo que quiere con su política exterior. Por otro lado, se habla de reforma constitucional. El sistema intenta presentarse como el guardián de los derechos, pero por dentro está simplemente vacío. Da un paso adelante y otro atrás. El régimen quiere impedir a toda costa que el HDP desempeñe su papel clave, por lo que quiere eliminarlo efectivamente. Pero no sabe cómo. Tanto si se prohíbe el HDP como si no, lo decisivo son los aproximadamente seis millones de votantes del HDP. Estos votantes son los más conscientes y decididos de todo el país. El propio gobierno sabe que sería un sueño creer que estos votantes desaparecerán sin más. Por lo tanto, intentan controlar la evolución por la fuerza. El uso de la fuerza se ha convertido en un hábito para el régimen, pero la resistencia al régimen se ha convertido en un hábito para seis millones de votantes del HDP”.
No puedes destruir la lucha
La co-presidenta del HDK habló finalmente de la importancia de la persecución del HDP: “No podemos verla como la simple criminalización de un partido. El nuevo modelo de vida y sus defensores están siendo atacados. Los representantes del orden actual no pueden soportar ver a los representantes de un nuevo modelo de vida en el Parlamento, en las instituciones y en otros lugares que consideran de su propiedad. Sin embargo, no pueden destruir la poderosa lucha que lleva décadas construyéndose. Con el cierre del HDP pueden quitarnos algunas armas, pero seguiremos luchando por lo que creemos que es legítimo. Como HDK apoyaremos esta lucha con todos nuestros recursos”.