La Brigada Militar Armenia de Mártir Nubar Ozanyan emitió una declaración para condenar y denunciar los "ataques aéreos dictatoriales fascistas turcos, que tuvieron lugar en los últimos días y tuvieron como objetivo centros e instituciones civiles. Estos ataques y violaciones a los que se vieron expuestas las ciudades y el campo en las regiones de Cizîre y Éufrates, se consideran crímenes contra la humanidad."

La declaración dice: "Los brutales ataques causaron numerosos mártires y heridos, tanto civiles como soldados. Los atentados y la conmoción que quiere causar el fascismo turco no quebrarán la voluntad del pueblo de continuar su revolución, sino que le darán una voluntad más fuerte de luchar para alcanzar los objetivos de la revolución y dar una respuesta al fascismo turco. Estos ataques no tenían como objetivo una organización específica o personas específicas, sino todos los componentes del norte y este de Siria. Los ataques del fascismo turco muestran y demuestran el alcance de la hostilidad y la brutalidad practicadas contra nuestro pueblo y contra toda la humanidad, al igual que hizo el Imperio Otomano contra los pueblos locales de sus tierras masacrando y desplazando a los pueblos armenio, sirio, asirio, kurdo y árabe."

La declaración añadía: "No hay diferencia entre lo que hacía el Imperio Otomano y lo que hace hoy el fascismo turco. La única diferencia es de nombre y de forma, pero la mentalidad no ha cambiado. Lo mismo ocurre en Karabaj, donde ha surgido el fascismo. Turquía apoya a la dictadura azerbaiyana, cometiendo genocidio y nuevos desplazamientos contra el pueblo armenio. Los armenios fueron desplazados una vez más de sus tierras en Karabaj. Antes de este desplazamiento, se practicaron los peores tipos de asedio contra el pueblo armenio, que provocaron la muerte de muchos como consecuencia del hambre, el frío y la falta de lo básico para vivir. La misma política se practica sobre nuestro pueblo en Rojava".

La declaración continuaba: "Nuestro pueblo fue objeto de desplazamientos y asesinatos, como ocurrió en Serêkanîye y Girê Spî o Efrîn. Del mismo modo, los residentes que permanecen en sus hogares son atacados a diario, incluyendo secuestros y robo de propiedad pública. Del mismo modo, vemos hoy que el fascismo turco está trabajando para difundir la lucha entre las diferentes naciones de la región de Rojava con el objetivo de romper su unidad, como los recientes acontecimientos que tuvieron lugar en Deir ez-Zor y el intento de división entre los componentes árabes y kurdos en estas regiones. Hoy debemos ser conscientes de estas políticas y no caer en las redes que el fascismo turco ha intentado sembrar. Tenemos que impulsar la unidad entre los diferentes pueblos. Esa es nuestra revolución, la revolución de Rojava".
La declaración subrayaba que ésta "es la revolución de la lucha de las mujeres, y las mujeres son consideradas como la base de esta lucha. Por lo tanto, el Estado de ocupación turco trabaja para atacar a las mujeres en todos los ámbitos de la vida, ya sea político, militar o civil. Sobre esta base, la experimentada camarada Jîyan Tolhildan fue blanco de atentados, al igual que la Presidenta del Partido Futuro Sirio, la mártir Hevrîn Xelef, y muchos atentados como los que aún continúan.

Los recientes bombardeos en las zonas de Rojava son sólo parte de una serie de muchos ataques del Estado de ocupación turco. La mentalidad turca es constante y no ha cambiado, ya que sólo tiene una política de matar y destruir. Incluso con todos estos ataques, el fascismo turco no podrá acabar con la revolución, porque está construida sobre la sangre de los mártires de nuestro pueblo, y nuestra lucha continuará hasta la victoria de nuestra revolución. Larga vida a nuestros mártires y deseamos una rápida recuperación a nuestros heridos."