Descentralización, no absorción, Norte y Este de Siria fija sus condiciones para la paz

“Lo que Turquía o Damasco entienden por integración no es lo que nosotros entendemos. Las Fuerzas Democráticas Sirias deben seguir siendo una estructura unificada, no fragmentada ni subordinada al mando de otros”, afirma Salih Muslim.

ENTREVISTA

Salih Muslim, responsable de Relaciones Exteriores del Partido de la Unión Democrática (PYD), ha afirmado que la forma de “integración” propuesta por el gobierno interino sirio o por Turquía es fundamentalmente incompatible con la visión política y militar de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria. En una extensa entrevista concedida a Özgür Yeni Politika el 5 de junio, Muslim subrayó que cualquier acuerdo futuro debe preservar a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) como una estructura unificada y diferenciada, no sometida a reclutamientos individuales ni al mando externo.

Muslim también abordó el estancamiento del proceso de negociación entre la Administración Autónoma y Damasco, advirtiendo que las demoras se deben, en gran parte, a la falta de voluntad o capacidad del régimen para implicarse seriamente, posiblemente bajo presión de Turquía. Destacó el papel de actores internacionales como el Reino Unido y la Coalición Internacional liderada por Estados Unidos, señalando su influencia para contener la injerencia turca, pero remarcando que no intervienen en el contenido de las conversaciones.

La entrevista ofrece una visión valiosa sobre las expectativas de la Administración Autónoma en materia de integración militar, gobernanza local, educación y la hoja de ruta más amplia hacia una Siria descentralizada.

¿Qué avances concretos han logrado hasta ahora los subcomités establecidos para implementar el memorando firmado el 10 de marzo?
Se ha formado un comité principal para dirigir las negociaciones generales. Este organismo establece subcomités en función de los temas y necesidades concretas. Hasta ahora, se han creado comités sobre educación y sobre la cuestión de Alepo. Los temas más amplios se están abordando a través del comité principal.

Durante la semana se celebró una gran reunión como parte de este proceso. Se retomaron temas que ya se habían planteado anteriormente, en particular los relativos a la educación y al acuerdo sobre Alepo.

Estamos abordando este proceso con total seriedad. Queremos que estas conversaciones y diálogos no solo continúen, sino que se conviertan en un proceso regular y permanente. Sin embargo, la otra parte no está llevando a cabo el proceso al nivel que esperábamos. Hay retrasos y obstáculos.

¿Qué dificultades específicas enfrentan en la formación y funcionamiento de los comités?
Las dificultades surgen porque la otra parte no puede actuar libremente o parece estar esperando instrucciones desde otro lugar.

Por ejemplo, en las discusiones sobre los estudiantes, al principio aceptaron todo lo relativo a los exámenes y las pruebas, pero luego se retiraron repentinamente y pospusieron las cosas. Después de la reunión, volvieron a su posición anterior.

Está claro que están esperando la aprobación o dirección de algún otro actor, lo cual genera demoras en el proceso. Una situación similar se da respecto al tema de Alepo: algunos detenidos no están bajo su custodia directa.

En particular, hay detenidos en la prisión de Çobanbey (Jarablus) que están bajo el control de Turquía o de su agencia de inteligencia, el MIT, lo que significa que el régimen no puede liberarlos. Esto demuestra que no todo está bajo su autoridad; no pueden actuar con independencia.

Tuvimos problemas similares durante las conversaciones sobre el intercambio de prisioneros. Las negociaciones siguen en curso.

¿Qué obstáculos deben superarse para avanzar?
La cuestión de los estudiantes no se limita a los exámenes. La agenda del comité de educación incluye temas mucho más amplios como las universidades, la lengua oficial, la cultura y el sistema educativo en general. Hasta ahora, estas discusiones han sido pospuestas. Solo se han alcanzado acuerdos sobre asuntos urgentes, como los exámenes y pruebas.

Por ejemplo, los estudiantes que antes debían viajar a Alepo o Damasco para hacer los exámenes, ahora podrán presentarse localmente, y nosotros cubriremos los costes. Pero los asuntos fundamentales de la educación se abordarán más adelante, ya que no son cuestiones que se puedan resolver en una sola reunión.

¿Qué enfoque se ha adoptado en las conversaciones con Damasco sobre seguridad e integración militar?
Las SDF son diferentes a otros grupos; no actúan como ellos. Otros grupos han sido integrados o al menos incluidos nominalmente. Pero la integración militar y de seguridad es un asunto extremadamente delicado y requiere discusiones largas y detalladas, tanto para nosotros como para ellos. Debería crearse un comité militar dedicado a ello, pero hasta ahora no se ha formado ninguno.

No existe posibilidad de aceptar el tipo de integración que propone Turquía o el régimen. Nunca aceptaríamos cosas como reclutamientos individuales o el traslado de unidades a otros lugares, y nada por el estilo se ha discutido. Esta cuestión aún no ha sido llevada a la mesa, pero sin duda lo será en el futuro.

No aceptaremos nada que no sea una fórmula en la que las FDS se integren al ejército como una estructura unificada y diferenciada. Como han dicho nuestros comandantes, no es un asunto menor —es un proceso que podría llevar años. Por eso no se ha producido ningún avance tangible hasta ahora.

¿Cómo se están abordando en las negociaciones las demandas de autonomía, federalismo o una gobernanza local fuerte, especialmente ante el énfasis de Damasco en la “República Árabe Siria” y su insistencia en un sistema centralizado?
Esta cuestión aún no se ha discutido, ya que entra en el ámbito de la gobernanza y los asuntos constitucionales. Hasta ahora no se ha formado ningún comité constitucional o de gobernanza. Estos son temas que podrían abordarse en etapas posteriores del diálogo.

Lo que buscamos es un modelo de gobernanza descentralizado —esencialmente, la posibilidad de preservar nuestro estatus actual en la mayor medida posible. Estamos trabajando en esa dirección. De hecho, una de las decisiones clave adoptadas en la Conferencia Kurda celebrada el 26 de abril fue llevar el tema del federalismo a la agenda.

Una vez que comiencen las discusiones, veremos cuánto tiempo toman. Pero hasta ahora, estos asuntos no se han planteado.

¿Por qué no se han creado los comités pertinentes?
El problema radica en la otra parte. Están demorando el proceso, y no tenemos claro por qué. Quizás la influencia de Turquía sea un factor, o quizás están lidiando con problemas internos. Lo que sí puedo afirmar con certeza es que la demora no es responsabilidad nuestra —el problema viene de ellos.

¿Cuál será la función de la delegación kurda conjunta?
Este órgano se centra exclusivamente en los derechos kurdos. Actúa como una especie de comité de referencia y supervisión. Su papel es relacionarse tanto con el gobierno central como con otras estructuras políticas, para garantizar los derechos del pueblo kurdo.

Actualmente está a la espera de una designación oficial por parte de Damasco —una vez que se conceda, comenzarán las negociaciones.

¿Es decisivo el apoyo de Estados Unidos y de la Coalición Internacional para garantizar la implementación de estos acuerdos?
Sí, el Reino Unido y la Coalición Internacional están actualmente implicados con ambas partes. Nos apoyan no solo en lo que respecta a la cuestión kurda, sino también en las negociaciones más amplias que se están llevando a cabo aquí. Sin embargo, no intervienen directamente en el contenido de las conversaciones.

Puede decirse que los actores internacionales ejercen cierta influencia sobre la otra parte. En particular, intentan impedir que actúen en consonancia con la agenda de Turquía, y están trabajando para limitar esa influencia.

A pesar de las dificultades, estamos decididos a seguir adelante —porque creemos que este es el camino más realista para lograr la paz entre los pueblos. La Coalición Internacional desempeña un papel de apoyo en este proceso de negociación.

¿Qué tipo de hoja de ruta está preparando la Administración Autónoma para una paz duradera en Siria?
Estamos preparando un plan estratégico amplio que tenga en cuenta las realidades políticas, sociales y militares de la región, y que se base en el respeto a la diversidad y la descentralización. No se trata solo de un acuerdo temporal, sino de una solución sostenible que garantice la coexistencia pacífica de todos los pueblos de Siria.

Este plan incluirá reformas constitucionales que reconozcan y protejan la autonomía del Norte y Este de Siria, así como mecanismos para la participación democrática de todas las comunidades en la toma de decisiones. Además, pretende establecer garantías para la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Un componente clave será la integración gradual de las SDF dentro de un marco nacional que respete su estructura y autonomía, asegurando que la seguridad sea responsabilidad compartida, sin perder la identidad y la autonomía de nuestras fuerzas.

¿Qué papel juega la educación en esta hoja de ruta?
La educación es fundamental para construir una sociedad pluralista y democrática. Queremos un sistema educativo que respete las lenguas y culturas de todos los pueblos de la región —kurdo, árabe, asirio, armenio y otros— y que promueva valores de convivencia, igualdad y respeto mutuo.

Hemos desarrollado un currículo propio basado en estos principios y apostamos por un modelo multilingüe que fomente el aprendizaje en lengua materna y el conocimiento de las demás lenguas y culturas. Esto no solo fortalece la identidad cultural, sino que también contribuye a la cohesión social.

Por eso, la cuestión educativa es uno de los pilares de nuestras negociaciones con Damasco. Queremos asegurar que el sistema oficial permita y reconozca esta diversidad y que los estudiantes puedan acceder a la educación en sus idiomas y según sus tradiciones.

¿Qué obstáculos enfrentan para implementar esta visión educativa?
El principal obstáculo es la resistencia del régimen y su insistencia en un sistema homogéneo y centralizado que niega la diversidad cultural y lingüística.

Por ejemplo, hemos solicitado que los estudiantes puedan hacer los exámenes en su localidad y en su lengua, pero hasta ahora el régimen ha puesto trabas y ha intentado imponer su modelo uniforme.

Además, hay una fuerte presión externa, principalmente de Turquía, para frenar cualquier avance en esta dirección, ya que la educación en lengua kurda y la autonomía cultural son consideradas amenazas por Ankara.

¿Qué garantías pueden ofrecer para que este proceso no sea revertido o manipulado?
La garantía más sólida es que este proceso esté basado en acuerdos legales y constitucionales que sean respetados por todas las partes y supervisados por organismos internacionales.

Además, la participación activa de la sociedad civil, las instituciones autónomas y la comunidad internacional será clave para monitorear y defender estos acuerdos.

El compromiso de la Administración Autónoma es firme y tiene un amplio respaldo popular, lo que fortalece la resistencia a cualquier intento de retroceso.

¿Qué perspectivas de futuro vislumbra para Siria y la región a partir de este proceso?
Si logramos avanzar en este diálogo y consolidar un modelo de Siria pluralista, descentralizada y democrática, sentaremos las bases para una paz duradera y un desarrollo sostenido.

Esto no solo beneficiará a los pueblos del Norte y Este de Siria, sino que también contribuirá a la estabilidad y prosperidad del conjunto del país y la región.

Sin embargo, es un camino difícil y lleno de desafíos, que requiere voluntad política, diálogo sincero y respeto mutuo.

Fuente original: Yeni Özgür Politika 

Traducido al inglés por Medya News