Campamento de Makhmur: una lucha por la dignidad y la identidad

El embargo impuesto al campamento de refugiados de Makhmur lleva 10 meses en vigor. Sin embargo, la comunidad repite la misma máxima que en el pasado: "No nos rendiremos a la política del enemigo, no importa lo que pueda ocurrir".

Durante este tiempo, los residentes del campamento, situado a 60 kilómetros al suroeste de Hewlêr (Erbil), han presionado y apelado a las autoridades para que se levante el embargo sin éxito.

Desde el 17 de julio de 2019, el KDP y sus peshmergas han restringido arbitrariamente la libertad de movimiento de los más de 12.000 residentes del campamento de Makhmur. No se permite a nadie pasar por el puesto de control, se impone una prohibición de entrada y salida a toda la zona de la región autónoma. El campamento está aislado del mundo exterior.

Las fuerzas de seguridad del KDP justifican el embargo como una medida represiva por el asesinato de un agente del servicio secreto turco MIT.

Osman Köse, vicecónsul turco y oficial de inteligencia para Kurdistán del Sur, fue asesinado a tiros en un restaurante de Hewlêr el 17 de julio de 2019. El embargo se impuso a Makhmur casi inmediatamente después del asesinato, que se atribuyó entonces a simpatizantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Las autoridades de seguridad presentaron como presuntos responsables del ataque a un grupo de hombres que no tenían ninguna relación con el campamento de refugiados. Dos de ellos, Muhammed Beşiksiz y Mazlum Dağ -que se negaron a firmar las confesiones preparadas- fueron condenados a muerte por un tribunal de Hewlêr en febrero. Sin embargo, el gobierno autónomo insiste en el embargo de Makhmur. Mientras tanto, continúan los informes de tortura sistemática contra Beşiksiz y Dağ. Hace sólo unas semanas, los dos hicieron una huelga de hambre para protestar contra las condiciones de su detención.

En Makhmur viven personas que se vieron obligadas a abandonar sus pueblos en la región de Botani, en el norte del Kurdistán, en los años noventa, debido a la represión del Estado turco. Después de años de odisea y peregrinación en varios campamentos, los refugiados se asentaron finalmente al borde del desierto en 1998. Hoy Makhmur es una pequeña ciudad que, a pesar de la pobreza, las constantes amenazas y los ataques, representa un lugar de paz y de autodeterminación colectiva.

El Gobierno turco ha llamado durante mucho tiempo al campamento de refugiados, que está oficialmente bajo la protección de las Naciones Unidas, "campamento militar" y lugar de retiro del PKK, y pide su cierre.

Hay repetidos ataques mortales contra Makhmur, tanto es así que incluso un día después de la imposición del embargo, el campamento fue bombardeado por las Fuerzas Aéreas Turcas. Dos personas resultaron heridas. El KDP justifica estos ataques con la influencia del PKK, que dice, se mantiene allí. El Estado turco legitima sus ataques remitiéndose a estas declaraciones. El partido de Barzani está dando poco a poco la soberanía a Turquía en el sur del Kurdistán. A finales de año, el coordinador de la asistencia jurídica internacional del KDP llegó a afirmar que habría "grupos militares" en Makhmur que no permitirían que "las organizaciones o los organismos de gobierno local elegidos volvieran a hacer la administración cotidiana del pueblo y a prestar servicios básicos".

El embargo ha sometido a los residentes del campamento de Makhmur a un castigo colectivo durante 311 días. La actitud hostil del KDP no es nueva: los últimos 26 años se han caracterizado por una estrecha colaboración con el Estado turco.

A pesar de todas las dificultades, la gente de Makhmur está comprometida con una vida pacífica y digna. No se han producido acciones contra el gobierno regional de Kurdistán del Sur, ni contra el gobierno central de Bagdad.

En 2014, el campamento resistió al "Estado Islámico" y sostuvo la puerta de entrada a Hewlêr. Como en el pasado, a pesar del embargo y en medio de la pandemia de coronavirus, la misma máxima se aplica a la población actual: "No nos rendiremos a la política del enemigo, no importa lo que pueda ocurrir".