Dado que un gran número de migrantes, la mayoría de Kurdistán, esperan en la frontera entre Polonia y Bielorrusia en un clima frío y malas condiciones de vida. La migración desde el sur de Kurdistán (norte de Irak) ha provocado nuevamente un debate público en Kurdistán y países europeos.
Kemal Chomani, quien proviene del sur de Kurdistán y vive en Hamburgo, Alemania, habló con ANF sobre las razones de la reciente afluencia de migrantes y la historia de fondo detrás de ella.
Chomani explicó que no se debe culpar a las personas que escapan del sur de Kurdistán (en kurdo: Bashur) y que no solo hay una crisis económica, sino también una grave crisis política en Bashur. “La injusticia social y económica es más grave de lo que te imaginas, la gente de allí ha caído en una profunda desesperación. Además, un gobierno totalitario de Masrour Barzani dirige el país, y la gente ya no quiere vivir en un país así donde no hay libertad e igualdad”, informó.
El periodista agregó que los últimos ataques de invasión del estado turco han desestabilizado aún más a Kurdistán del Sur: “Todos los días mueren civiles en los ataques de Turquía, y el gobierno regional permanece en silencio. La gente de Bashur también es consciente de esta situación y está reaccionando a ella".
"La gente reacciona a la corrupción gubernamental"
Chomani comentó que el gobierno de Kurdistán del Sur sirve a los intereses de Turquía e Irak: "Aunque han pasado 30 años desde la liberación de Bashur, todavía hay una administración dual y el fracaso en la democratización ha molestado a la gente". Señaló que las personas de Bashur saben muy bien que Kurdistán del Sur no es como otros países de Oriente Medio y África que luchan contra el hambre y la miseria.
“En otros países, la gente huye a causa del hambre, pero en el sur de Kurdistán, la gente huye porque no disfruta de la libertad y la igualdad y, lo más importante, el gobierno saquea los recursos del país. La gente de Bashur sabe que la administración central iraquí transfiere 350 mil millones de dinares cada mes al gobierno regional de Kurdistán, que también exporta 470.000 barriles de petróleo a países extranjeros. Entonces, ¿por qué es mala la situación económica de la gente? Porque este dinero va a las familias que dirigen la administración”, cuestionó.
Para Chomani, las instituciones/organizaciones en el sur de Kurdistán están controladas por las familias que llevan las riendas del poder: “Venden las propiedades del estado a sus empresas privadas y luego las vuelven a vender al estado a través de estas empresas. La gente ya no quiere tolerar esta corrupción sistemática y abandonan Kurdistán cuando tienen la oportunidad”. Chomani subrayó que los jóvenes constituyen una parte importante de la población de Bashur y siguen desempleados sin futuro.
"Bashur se rige por un régimen de inteligencia"
Chomani reveló que algunos de los que han abandonado recientemente el sur de Kurdistán son activistas. “Nadie quiere vivir en un país donde hay periodistas, defensores de derechos humanos y activistas en prisión. Por eso los activistas prefieren irse al extranjero para continuar su lucha”, indicó.
Alrededor de 80 activistas se encuentran actualmente encarcelados en las prisiones de Kurdistán del Sur, detalló Chomani, y agregó que "estos activistas son figuras públicas y no cometieron ningún delito y es una injusticia grave que los pongan en las cárceles".
Según Chomani, Kurdistán del Sur está gobernado por un régimen de inteligencia. Aseguró que cualquier persona que se manifieste contra el gobierno podría ser encarcelada si las fuerzas de seguridad lo designan como "terrorista". Chomani citó lo que sucedió con los activistas apodados como los "prisioneros de Behdinan".
"El apoyo de Occidente intensificó la escalada contra la gente"
Chomani comentó que la Unión Europea, Inglaterra y los Estados Unidos también son responsables de la salida de la gente de Kurdistán del Sur de su país. Explicó que el apoyo brindado por los países occidentales a las fuerzas peshmerga/asayish afiliadas a los partidos políticos en el sur de Kurdistán ha causado más presión contra la gente. El periodista instó a los países occidentales a apoyar al pueblo de Kurdistán del Sur en lugar de a las fuerzas afiliadas a los partidos existentes.
“Durante años, los países occidentales han hecho la vista gorda ante la democratización de Kurdistán del Sur y las violaciones de los derechos humanos. Solo han respaldado a los partidos en el poder de manera indirecta o directa. Por lo tanto, los países occidentales también son cómplices de la reciente migración desde Kurdistán", denunció.
Durante entrevistas con medios de comunicación kurdos e internacionales, los migrantes del sur de Kurdistán que luchan por sobrevivir en condiciones muy duras en la frontera polaca critican al gobierno regional de Kurdistán, especialmente al gobernante KDP, la corrupción y el impago de salarios durante meses.