En las elecciones parlamentarias del 14 de mayo, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), que está bajo amenaza de ser prohibido, compitió bajo el paraguas del Partido de la Izquierda Verde, que desde entonces ha sido blanco constante del régimen turco.

La policía turca llevó a cabo hoy redadas en la provincia de Tekirdağ, en el oeste de Turquía. Durante el operativo en horas de la madrugada fueron detenidos cinco ejecutivos y miembros del Partido de la Izquierda Verde.

Los detenidos están acusados ​​de “pertenencia a una organización terrorista”, es decir, al PKK. Se colocó una orden de confidencialidad en el expediente.

El régimen de Recep Tayyip Erdoğan ha criminalizado sistemáticamente al HDP desde que finalizó unilateralmente el proceso de diálogo con el movimiento kurdo en 2015. Miles de miembros han sido arrestados como presuntos simpatizantes del terrorismo y enemigos del Estado, incluidos los ex co-presidentes Figen Yüksekdağ y Selahattin Demirtaş, como así como decenas de alcaldes de municipios kurdos. Ankara quiere hacer que la política pro-kurda sea incapaz de actuar y ahora también está demonizando al Partido de la Izquierda Verde como "terrorista".