Decenas de miles de manifestantes, la mayoría jóvenes iraquíes, salieron a las calles en octubre de 2019 para denunciar la corrupción del gobierno del entonces primer ministro Adıl Abdulmehdi, los servicios deficientes y el desempleo en las principales ciudades del sur del país. Miles de personas volvieron a tomar las calles de la capital el martes pasado (25 de marzo).
Los activistas expresaron los mismos problemas y demandas que en 2019. Las acciones abordan la lucha contra la corrupción, el desempleo, los intentos de asesinato contra activistas, los servicios deficientes y la brecha de ingresos en las regiones.
Utilizando armas, las fuerzas de seguridad intervinieron en las manifestaciones que se reanudaron el martes en la plaza Tahrir de la capital, Bagdad. Utilizaron balas reales para dispersar a los manifestantes. Hay al menos dos personas fallecidas y 26 resultaron heridas.
Los manifestantes respondieron a la fatal intervención policial incendiando caravanas utilizadas por las fuerzas de seguridad.
Más de 500 personas murieron durante las manifestaciones que comenzaron el 1 de octubre de 2019 para protestar por el desempleo, la corrupción y los malos servicios públicos.
Las manifestaciones se extendieron a la capital Bagdad y Basora, Najaf, Kerbela, Meysan, Mussena, Vasit, Zikkar Nasiriye, Divaniye y Kazimiya en las ciudades del sur del país y los activistas ejercieron control sobre varias ciudades.
Las fuerzas de seguridad mataron a 50 personas en un solo día después de que la embajada iraní fuera incendiada en Najaf. Más de 20 mil personas resultaron heridas durante las manifestaciones.
El primer ministro Adıl Abdulmehdi tuvo que renunciar el 29 de noviembre de 2019 cuando las reacciones se intensificaron. Sin embargo, Abdulmehdi permaneció en el cargo ya que no se pudo establecer un nuevo gobierno hasta mayo de 2020.
Mustafa al-Kadhimi formó un nuevo gobierno en mayo de 2020. Kadhimi trató de persuadir a los manifestantes prometiendo eliminar el desempleo, combatir la corrupción de manera efectiva, eliminar los servicios deficientes, buscar y castigar a los asesinos, y celebrar elecciones anticipadas lo antes posible. Las promesas aún no se han cumplido como sucedió con los gobiernos anteriores.
Kadhimi había prometido elecciones anticipadas dos veces antes para cumplir con las demandas. Sin embargo, cambió de opinión y decidió celebrar elecciones el próximo mes de septiembre. Esta decisión de Kadhimi y un informe publicado por Human Rights Watch (HRW) han provocado la reacción pública y los activistas han vuelto a salir a las calles.
El informe de HRW reveló que un tercio de los asesinatos ocurrieron durante el gobierno de Mustafa al-Kadhimi. El informe también señaló que había grupos armados detrás de los asesinatos y que estos grupos tenían representantes en el parlamento.