El Grupo de Intervención Legal Internacional del Centro de Investigación y Elaboración en Democracia (CRED/GIGI) ha escrito a la ONU expresando su preocupación por el estado de salud del líder político del pueblo kurdo Abdullah Öcalan.
En la carta recuerda que “durante los últimos 22 años de aislamiento inhumano contra el Sr. Öcalan en la isla-prisión de Imralı, hemos visto que la difusión de tales rumores forma parte del componente psicológico de la guerra del Estado turco contra el pueblo kurdo. Debido a la ausencia de información fiable sobre la situación actual del Sr. Öcalan, el pueblo kurdo y sus simpatizantes están profundamente preocupados. Las acusaciones sobre la vida del Sr. Öcalan se difundieron poco antes de Newroz, la fiesta kurda del Año Nuevo que cae el 21 de marzo. La fiesta de Newroz, que los kurdos celebran desde hace más de 2.600 años, es un festejo de la vida y de la resistencia, y se ha convertido en una importante demostración de la identidad nacional y de la resistencia a la ocupación y el dominio extranjero. Sin embargo, al irse acercándose este importante día, los kurdos de todo el mundo han permanecido en alerta máxima por los nuevos rumores sobre el Sr. Öcalan”.
La carta añade: “El Comité Europeo para la Prevención de la Tortura (CPT) del Consejo de Europa no ha impuesto sanciones a Turquía y sólo ha emitido críticas escritas u orales al Estado turco. Las condiciones inhumanas de la prisión cerrada de alta seguridad de la isla de Imralı, donde Abdullah Öcalan está recluido desde 1999, han continuado sin interrupción hasta hoy. En cuanto a las condiciones actuales en Imralı, cabe destacar que se ha impuesto una prohibición total de contacto con el mundo exterior (incluida la correspondencia) a todos los presos, lo que ha dado lugar a una suerte de incomunicación total.
El propio CPT declaró que 'tal estado de cosas no es aceptable y contraviene claramente diversos informes y normas internacionales de derechos humanos'. Por otra parte, un informe del Relator Especial de las Naciones Unidas, Juan Méndez, presentado ante la Asamblea General de la ONU en octubre de 2011, afirmaba que el aislamiento 'puede equivaler a tortura o a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes cuando se utiliza como castigo', y pedía a todos los países que prohibieran esta práctica salvo en circunstancias muy excepcionales. No obstante, el aislamiento del Sr. Öcalan persiste. La última visita del abogado del Sr. Öcalan a Imralı se realizó el 7 de agosto de 2019, y la última comunicación del Sr. Öcalan con su familia tuvo lugar por teléfono el 27 de abril de 2020. Es evidente que el actual régimen de detención aplicado por el Estado turco en Imralı es contrario a las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela)”.
La carta subraya que “durante años, Turquía ha permanecido en un estado de crisis, con el presidente autoritario turco Recep Tayyip Erdoğan y su gobierno de coalición del Partido de la Justicia y el Desarrollo con el Partido de Acción Nacionalista (AKP-MHP) aplastando todas las formas de disidencia para mantener y reforzar su control del poder. Erdoğan ha dejado sin poder a todas las demás instituciones del Estado, sin que quede ningún control sobre su capacidad de gobernar mediante decretos. El 26 de febrero de 2021, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, destacó las violaciones de los derechos humanos en Turquía en su informe de la 46ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU”.