En los últimos días, el Estado turco ha lanzado una nueva oleada de detenciones. El martes, al menos 25 personas fueron detenidas en operaciones centradas en Amed (Diyarbakır), mientras que el miércoles por la mañana se produjeron allanamientos en viviendas de la provincia occidental de İzmir.

Durante las redadas, cuatro personas fueron detenidas, entre ellas Lütfiye Burcu Kara, reportero del periódico Mücadele Birliği (Unión de Lucha).

La policía confiscó materiales digitales como computadoras y teléfonos, mientras que a los detenidos se les prohibió ver a sus abogados durante 24 horas.

La policía rompió la puerta de la oficina de representación de la Unión de Lucha en Esmirna y realizó un registro en el interior. Durante el registro se incautaron libros y archivos.

Se informó que las detenciones se produjeron en el marco de una investigación iniciada sobre la base de declaraciones de testigos secretos. Las acusaciones incluyen "distribuir folletos, asistir a actos conmemorativos, escribir en las paredes y participar en actos con comunicados de prensa".