Según relatos locales, el 15 de febrero, las fuerzas invasoras del Estado turco cortaron más de 500 olivos pertenecientes a residentes de la aldea de Meryemin, en la región de Shera.

Estos árboles eran propiedad de los lugareños Mehmûd Mihemed Elî y Ehmed Cemal El-Dîn.

La destrucción y el saqueo han continuado desde que el Estado turco y sus mercenarios ocuparon Afrin. Las bandas que confiscan los olivos de la gente venden el aceite de oliva al mercado mundial como "fabricado en Turquía", y la madera que sacan de los árboles la cortan en los mercados de los territorios ocupados.

Saqueo de olivos

Tras la ocupación de Afrin por parte del Estado turco en 2018, se estableció un régimen de terror y saqueo. Mientras que el principal recurso de la región, las aceitunas y los productos a base de aceitunas, fueron tomados y comercializados a escala mundial, miles de árboles fueron cortados y contrabandeados a Turquía o vendidos en los territorios ocupados.

Según un informe del 30 de diciembre de 2021 de la Organización de Derechos Humanos de Afrin-Siria, en los últimos cuatro años se han cortado unos 333.900 olivos y árboles en regiones forestales. Doce mil olivos y otros tipos de árboles fueron destruidos.

En el informe se señala que "las aceitunas, productos básicos y activos robados, se comercializan, como si fueran productos turcos, en mercados mundiales como España y Estados Unidos. Desde el año pasado, los olivos y suministros confiscados han sido transportados a la aldea Hemam de Cindirês y trasladados al lado turco".