La tala de árboles continúa después de los toques de queda impuestos en julio y agosto en los pueblos de Hizan (Xîzan) en la provincia de Bitlis (Bedlîs). Según fuentes locales, se talan árboles sobre todo por la noche y cada día se cortan y se llevan más de 10 a 15 camiones de árboles.

Bitlis es una de las regiones donde los soldados turcos destruyeron deliberadamente los bosques. Aproximadamente el 90% de los bosques de Bitlis y sus distritos, cuyas montañas, valles y llanuras estaban cubiertas de bosques hasta la década de 1990, fueron quemados o talados. El Estado turco, que nunca detuvo la destrucción del medio ambiente en Bitlis, la aceleró aún más durante el gobierno del AKP-MHP. El ejército turco quemó y sigue quemando decenas de miles de hectáreas de bosques en Bitlis y sus distritos, especialmente entre 2020 y 2023, bajo el nombre de operaciones militares.

El ejército turco destruye bosques provocando incendios todos los años en nombre de la "seguridad". En particular, las tierras boscosas alrededor de la comisaría de policía se convirtieron en el objetivo de los soldados. Se prende fuego a los bosques, especialmente antes de todas las operaciones militares.

Árboles arrancados de raíz 

En Hizan, recientemente declarada zona prohibida, continúa la tala de árboles, llevada a cabo por soldados, guardias de aldea y personas que cooperan con el Estado.

El 2 de junio se declaró el toque de queda en numerosos pueblos y aldeas, como Harat, Akunus, Govan, Lanilan, Xûlepûr, Kekulan, Sureh, Pertawan, Kuran y Ureh, todos ellos en la provincia de Hizan. Tras prohibir la entrada y salida de estos asentamientos, el 14 de julio se declaró "Zona Especial de Seguridad" el área denominada "Bosque de Fındıklık". Durante la operación, los avellanos del pueblo de Xûlepûr fueron arrancados por excavadoras llevadas a la zona, y miles de árboles fueron destruidos, allanando el camino para las operaciones militares y la construcción de carreteras.