El Consejo Ejecutivo del Congreso Democrático de los Pueblos (HDK) emitió una declaración escrita sobre los ataques genocidas contra Shengal.

El HDK dijo: "El bombardeo de un hospital en la aldea de Sikêniyê en Shengal el 17 de agosto por parte de aviones de guerra turcos que provocó la muerte de 8 personas es una indicación de que la política genocida del ISIS contra la resistencia de los yazidíes está siendo llevada a cabo por Turquía.

Estos ataques contra Shengal son la continuación de las políticas históricas de genocidio contra el pueblo yazidí. El pueblo yazidí ha opuesto una resistencia histórica con su lucha contra el ISIS. Estos ataques, que amenazan los derechos y la existencia del pueblo yazidí, son la continuación de la mentalidad del ISIS.

Estos ataques, que fueron lanzados en el centro de la ciudad, en el bazar, el centro de la vida cotidiana de los civiles, alcanzaron una dimensión diferente con el bombardeo del hospital."

La declaración continuaba: "Se ha violado la Convención de Ginebra sobre el Derecho de la Guerra, cuyo objetivo es garantizar la vida de los civiles y el acceso de la población a los servicios sanitarios en condiciones de guerra. En este sentido, el bombardeo del hospital es un crimen de guerra que debe ser perseguido".

La declaración añade: "Si bien Turquía fue el autor, los Estados y los oscuros centros de poder que crearon el terreno para este ataque y no cumplieron con sus responsabilidades también son responsables de esta masacre. La responsabilidad de la solidaridad con el pueblo Êzidî es de todos nosotros. Condenamos los ataques contra el pueblo yazidí y hacemos un llamamiento al mundo para que se solidarice con el pueblo yazidí para que estos ataques no se repitan. Apoyamos la demanda del pueblo yazidí de que se le conceda un estatuto de autonomía como resultado de su búsqueda de una vida libre en su propio territorio en el marco del derecho internacional y los principios universales."