En la declaración escrita conjunta realizada con motivo del Día Internacional del Migrante, el 18 de diciembre, se hizo hincapié en el "AKP-MHP, parte en la guerra contra Siria, que ha provocado que millones de personas emigren a Turquía y a otros países".
La declaración señalaba: "El mundo da la bienvenida al Día Internacional de los Migrantes el 18 de diciembre, por desgracia, en condiciones de guerra, pobreza y desigualdad que han convertido a millones de personas en refugiados"
.El HDP y el HDK continuaron: "Quienes inician o causan las guerras, en lugar de poner fin a sus políticas bélicas, recurren a métodos de solución militar para no permitir que quienes huyen de la guerra crucen sus fronteras. Los Estados evitan crear soluciones humanitarias de fondo al fenómeno de la migración y encuentran la "solución" en prácticas que incluyen vallas, muros, minas, acuerdos de repatriación y tortura contra los inmigrantes. Como resultado de los acuerdos internacionales, se liberalizan las aduanas y fronteras para los movimientos de capital y armas, las fronteras contra los inmigrantes se construyen casi con muros de acero".
La declaración continúa: "Los Estados que explotan la migración forzosa de las personas están usurpando todos los derechos de los inmigrantes y refugiados, así como la Convención de Ginebra. En lugar de defender los derechos de los refugiados, los destruyen.
El problema de los migrantes y refugiados ha alcanzado enormes proporciones para Turquía en los últimos once años. El AKP-MHP participó en la guerra contra Siria, que provocó que millones de personas emigraran a Turquía y a otros países. El derecho de millones de personas a vivir libremente está en peligro debido a la política de guerra que se sigue librando contra los kurdos en Rojava. La coalición AKP-MHP no ve nada malo en utilizar a millones de personas que emigraron a Turquía debido a la guerra como herramienta de chantaje y regateo. A cambio de mantener a los refugiados sin estatus dentro de las fronteras de Turquía, las prácticas inhumanas llevadas a cabo en Siria y Turquía son ignoradas por otros Estados".
La declaración añadía: "Nos oponemos igualmente a las agresiones racistas contra los kurdos, a los discursos de odio contra los inmigrantes sirios, a la explotación y opresión de los afganos, africanos u otros grupos migrantes, y no aceptamos que se obligue a las personas a emigrar o que se las oprima en el lugar al que emigran. Todas las personas deben tener unas condiciones dignas en el territorio en el que viven. Insistimos en que no se les puede privar de sus derechos básicos aunque tengan que emigrar.
Con motivo del 18 de diciembre, Día Internacional del Migrante, expresamos una vez más que seguiremos defendiendo los derechos fundamentales de los migrantes y refugiados. Pedimos a Turquía y a todos los demás Estados que abandonen sus políticas de guerra y destrucción ecológica, que garanticen el derecho a la vida de las mujeres, los niños y las personas LGBTI+, que son las mayores víctimas de la guerra, y que respeten los derechos de todos los migrantes".