El incendio que se declaró hace 8 días en la región de Şenyayla en Muş sigue extendiéndose. Cientos de árboles han quedado reducidos a cenizas mientras el fuego se extiende a diferentes zonas con cada hora que pasa. La entrada a la zona donde se produjo el incendio ha sido restringida por razones de “seguridad”.

Ihsan Aytemiş, presidente de la Asociación del Roble, reaccionó al incendio forestal y calificó la quema del bosque como “una masacre. Queremos que se investigue la causa de estos incendios. Los responsables no deben quedar impunes”.

En declaraciones a la Agencia Mezopotamya, la Dirección General de Operaciones Forestales de Muş dijo que llevaban 5 días intentando intervenir y extinguir el incendio, pero que debido a las condiciones del terreno, los vehículos y los empleados no podían acercarse a la zona incendiada. Desde la dirección dijeron que no hay posibilidad de extinguir el fuego desde el aire.