El Movimiento de Mujeres Kurdas envía una carta a las autoridades de Kurdistán
El Movimiento de Mujeres Kurdas insta a las autoridades de Kurdistán a poner fin al conflicto en el territorio del norte de Irak y trabajar por la unidad nacional
El Movimiento de Mujeres Kurdas insta a las autoridades de Kurdistán a poner fin al conflicto en el territorio del norte de Irak y trabajar por la unidad nacional
El movimiento de Mujeres Kurdas envió una carta a los líderes involucrados en el territorio que actualmente se encuentra en conflicto, en el norte de Irak, la región de Kurdistán del Sur. A pesar del pedido global, el gobierno de Turquía, con ayuda del gobierno regional de Kurdistán y con la complicidad del silencio internacional, está llevando adelante una escalada militar en una región que costó años de lucha volverla pacífica, donde también se encuentra el Campamento de refugiados de Makhmur, construido en los años 90 y contemplado por ACNUR y la ONU como tal.
La carta ha sido firmada por activistas, académicas y políticas de todo el mundo, incluida la abogada premio Nobel iraní Shirin Ebadi e insta a las autoridades kurdas a trabajar por la unidad nacional y poner fin al conflicto, que tiene al pueblo al borde de una nueva masacre.
La carta dice así:
"Carta abierta de las Mujeres a:
- Sr. Masoud Barzani, Presidente del Partido Democrático del Kurdistán (KDP)
- Sra. Bese Hozat y Sr. Cemil Bayik, Co-Presidentes del Consejo Ejecutivo de la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK)
- Sr. Lahur Talabani y Sr. Bafel Talabani, Co-Presidentes de la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK)
“Kurdistán no debería convertirse en un campo de batalla para guerras regionales o globales. Debería ser una inspiración para la democracia y la convivencia pacífica en el Medio Oriente"
A la sombra de una mortal pandemia mundial, en momentos en que gran parte de la humanidad está ocupada en protegerse del COVID-19, algunos estados aprovechan la oportunidad para continuar -e incluso intensificar- sus políticas militaristas, agresivas y de ocupación. A pesar de la actual crisis de salud en el mundo, las violentas luchas por la hegemonía, continúan en Kurdistán y el resto del Medio Oriente.
Durante el siglo pasado, la ubicación geoestratégica de Kurdistán, en cuatro estados ocupantes clave, la convirtió en un sistemático campo de batalla. Turquía, Irán, Irak y Siria han compartido una política de totalmente negacionista de la identidad kurda, incluso las organizaciones e instituciones internacionales se han negado a extender el reconocimiento legal, político y diplomático, del derecho de los kurdo a la autodeterminación. Como resultado de esto, los kurdos se han convertido, innumerables veces, en víctimas de crímenes de guerra y contra la humanidad. Paralelamente a este genocidio, los estados han implementado el femicidio como una forma especial de guerra contra las Mujeres Kurdas.
Los Estados que intentan implementar sus políticas coloniales, regionales y globales, siempre han utilizado, como su más brutal y sucia herramienta, la explotación de las diferencias entre aquellos que desean dominar: han explotado las disputas internas para dividir y gobernar. El estado turco, especialmente, insiste en tratar de debilitar a los kurdos, como lo ha hecho en el pasado, agitando conflictos internos kurdos en Rojava y en la región del Kurdistán iraquí, en una política de divide- gobierna-y elimina.
El Estado turco se está preparando para lanzar una gran ofensiva militar en la región de Zini Werte, cerca de las montañas Qandil en el sur de Kurdistán (al norte de Irak), región ubicada a 40-50 kilómetros de la frontera iraní. Como parte de su preparación, está presionando a las fuerzas políticas kurdas locales para que desplieguen fuerzas kurdas allí, como sus representantes. El estado turco cree que puede incitar a los kurdos a luchar contra los kurdos, con el objetivo adicional de debilitar y desestabilizar las instituciones políticas kurdas y, en última instancia, ocupar cada vez más el Kurdistán.
Turquía es miembro de la OTAN, las Naciones Unidas, y el Consejo de Europa. Es candidato a ser miembro de la Unión Europea. Sin embargo, está violando flagrantemente el derecho internacional y los acuerdos internacionales. El silencio de estas organizaciones/instituciones internacionales, permite al estado turco actuar unilateralmente contra los kurdos. De hecho, sus estados miembros están utilizando la actual hostilidad del estado turco hacia los kurdos para promover sus propios intereses en el Medio Oriente. Al debilitar la estrategia kurda actual por la democracia, la paz y la estabilidad, quieren impulsar sus intentos de ganar hegemonía en la región, incluso si eso significa continuar la guerra y el conflicto en la región.
La actual disputa en Zini Werte no es un problema aislado. Al contrario, es uno de los muchos conflictos que podrían fácilmente escalar, y provocar que se derrame sangre, especialmente si Estados Unidos, Irak y la OTAN le dan vía libre al ejército turco.
Esto no es solo un asunto interno kurdo. Dado el contexto de las tensiones y conflictos entre EE. UU. e Irán sobre varios grupos iraquíes, cualquier agresión aparentemente localizada cerca de Qandil, podría llevar a un ataque de Turquía y sus aliados yihadistas, como una estrategia para ampliar la ocupación de Turquía o del resurgente autodenominado Estado Islámico (ISIS). Si alguna de estas fuerzas busca llenar el vacío de poder, el resultado sería una enorme crisis regional, en donde hasta ahora hay una relativa estabilidad, en el sur de Kurdistán, y más allá.
Es bien conocida la ambición del estado turco de atacar y ocupar áreas fuera de sus fronteras, como hemos visto en la agresión militar de Turquía en Siria. El "problema kurdo" o la "cuestión kurda", por lo tanto, concierne a más de un pueblo o estado, y tiene ramificaciones locales, regionales y globales de gran escala.
Creemos que la unidad entre sus partidos y movimientos, en defensa de Zini Werte y Qandil, no solo sería beneficioso para el pueblo kurdo, sino que también constituirá una contribución vital a la paz en la región. Además, creemos que abordar la cuestión kurda está indisolublemente vinculado a la promoción de una transformación democrática del Medio Oriente. Lograr una solución justa y pacífica a este problema podría ayudar a la democratización de la región en general. No debemos subestimar el potencial de la perspectiva kurda sobre la democracia y la convivencia pacífica en el Medio Oriente. Podría contribuir vitalmente a efectuar y preservar la democratización en los estados clave de Turquía, Irán, Irak y Siria.
En los últimos años, el norte y el este de Siria/Rojava han ofrecido una alternativa democrática, con libertad, justicia, dignidad, y basada en principios de igualdad. Los kurdos, y especialmente las mujeres kurdas, han luchado victoriosamente contra el ISIS, y han establecido un impresionante sistema de autoadministración democrática en el norte y el este de Siria/Rojava. El papel central desempeñado por las mujeres kurdas en esta lucha se ha convertido en una inspiración global y una fuente de fuerza para las mujeres, mucho más allá de las fronteras del Kurdistán. Defender y proteger la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria es, por lo tanto, imprescindible para la democratización de Siria y la región en general.
Desde su fundación, el Gobierno Regional de Kurdistán (KRG) de Irak, una entidad kurda internacionalmente reconocida gubernamental y constitucionalmente, ha sido una espina en la costilla del estado turco, que busca aplastar todas y cada una de las aspiraciones nacionales del pueblo kurdo. El estado turco considera cualquier desestabilización o debilitamiento del KRG como una victoria. El KRG, el área más segura de Irak, ha sido un importante logro para todos los kurdos, y debemos trabajar juntos para protegerlo a través de la unidad nacional kurda.
Nosotras, como mujeres, vemos como nuestro deber de prevenir la guerra y defender la paz y la convivencia, en cualquier parte del mundo.
Finalmente, les pedmos: 'Kurdistán no debería convertirse en un campo de batalla para guerras regionales o globales. Debería ser una inspiración para la democracia y la convivencia pacífica en el Medio Oriente'.
Esta carta está va en copia a:
- Secretario General de la ONU – Sr. António Guterres
- Secretaria General del Consejo de Europa– Sra. Marija Pejčinović Burić
- Presidenta de la Comisión Europea – Sra. Ursula von der Leyen
- Secretario General de la OTAN- Sr. Jens Stoltenberg
- Presidente de los Estados Unidos de América - Sr. Donald Trump
- Presidente de la Federación Rusa, Sr. Wladimir Putin
- Presidente de la República de Irak – Sr. Barham Salih"