Desde hace algún tiempo, muchas acciones del movimiento kurdo por la libertad se han centrado en la condición de detención de Abdullah Öcalan. Desde hace más de 22 años, el fundador del PKK e importante cerebro kurdo está encarcelado en la isla-prisión turca de Imrali, la mayor parte de ese tiempo en condiciones de aislamiento reforzadas. El último contacto de Öcalan con el mundo exterior fue una conversación telefónica con su hermano el 27 de abril de 2020, y sus abogados pudieron verlo por última vez el 19 de agosto de 2019.
Para dar a conocer las ideas progresistas y democráticas de Öcalan, que inspiran a millones de personas en todo el mundo -incluso en la construcción del proyecto de autogobierno democrático en Rojava, una alternativa al patriarcado en Medio Oriente centrada en las mujeres, 22 bibliotecas móviles en autobuses llevan semanas recorriendo varias ciudades de Europa, Canadá y Australia bajo el lema "Ha llegado la hora: Libertad para Abdullah Öcalan". El sábado, una de estas bibliotecas móviles se detuvo en la metrópoli de Frankfurt.
Entre los invitados que recibieron la biblioteca móvil en el centro de la ciudad había personas de ciudades vecinas como Darmstadt, Hanau, Offenbach, Mainz, Gießen y Saarbrucken. Hubo conversaciones y debates estimulantes entre activistas kurdos y personas interesadas que se reunieron en torno al stand "Biblioteca de Sociología Libre". Por último, hubo una participación colectiva en la campaña de envío de cartas al Secretario General de las Naciones Unidas iniciada por los sindicatos de Sudáfrica. La campaña está dirigida al Secretario General de la ONU, António Guterres, para instarle a que se comprometa con la libertad de Abdullah Öcalan.