El Partido de las Regiones Democráticas (DBP) ha hecho publica la declaración final de su reunión de la Asamblea del Partido celebrada el 19 de enero, tras su 7º Congreso Ordinario.
La declaración decía: "La modernidad capitalista, en particular desde la segunda mitad del siglo XX, ha comenzado a experimentar profundas crisis. Estas crisis se han hecho cada vez más evidentes en un entorno marcado por el aumento de las desigualdades económicas y sociales a escala mundial, la intensificación de las crisis ecológicas y la erosión de los valores democráticos. Concretamente, las estrategias que evolucionan en torno a las nuevas fuentes de energía pretenden recalibrarse mediante el estallido de una guerra mundial.
Oriente Medio, considerado el epicentro de esta guerra, emerge como una zona crítica para la remodelación de la Modernidad Capitalista. Los conflictos dentro del orden capitalista centrado en Oriente Medio han evolucionado hasta convertirse no sólo en luchas económicas y políticas, sino también en guerras ideológicas. Las crisis experimentadas por la Modernidad Capitalista representan tanto una amenaza como una oportunidad para los pueblos de Oriente Próximo. En un periodo así, el pueblo kurdo, junto con otros pueblos de la región, posee el potencial para elevar la lucha por la libertad y la democracia sobre un terreno común. Sin embargo, hacer realidad esta oportunidad requiere no sólo los esfuerzos del pueblo kurdo, sino también una lucha colectiva de todos los pueblos de la región por la igualdad de derechos".
La clave de la paz es la libertad de Abdullah Öcalan
La declaración añadía: "La lucha por la libertad liderada por el pueblo kurdo abrirá la puerta a la democratización de Oriente Medio. Sin duda, uno de los pasos más cruciales para lograr este resultado es el establecimiento de la Unidad Nacional Kurda. Hoy en día, los equilibrios cambiantes en Oriente Próximo y la coyuntura global configurada por una nueva guerra mundial hacen inevitable la unificación de los kurdos sobre la base de la unidad nacional. La cuestión kurda, sistemáticamente dejada sin resolver por el régimen de la República en su segundo siglo, se ha convertido ahora en una cuestión global y en una de las principales causas de las crisis en Oriente Medio. Desde el 1 de octubre de 2024, se han producido avances significativos para abordar esta cuestión. Sin embargo, somos conscientes de que los debates sobre la resolución de la cuestión kurda, que es un asunto que trasciende la política, son mucho más profundos e intrincados.
Aunque existe un sentimiento de entusiasmo en la opinión pública respecto a la resolución democrática de la cuestión kurda y a una paz honorable, el señalamiento de los logros de Rojava, la política de nombramiento de fideicomisarios que usurpan la voluntad política y las operaciones políticas minan las esperanzas de resolución y paz. Por lo tanto, es esencial poner fin a las políticas de negación y agresión, levantar el aislamiento impuesto a Abdullah Öcalan y garantizar que las negociaciones se centren en la búsqueda de soluciones. Ahora hay que reconocer que la libertad de Öcalan es la única clave para establecer un clima de paz en Oriente Medio. Por este motivo, como DBP, creemos firmemente que cualquier debate o iniciativa encaminada a resolver esta cuestión debe producirse en un marco de pasos concretos y con un proceso definido. Sin duda, el paso más crítico en este sentido será garantizar la libertad física de Öcalan".
La declaración continuaba: "El modelo de coexistencia de Öcalan (nación democrática-confederalismo democrático) es de vital importancia. Este modelo sirve de guía para establecer una paz duradera en el Kurdistán y en Oriente Próximo. El modelo de libertad de la mujer, democracia, vida en común y sociedad ecológica ya se está aplicando en Rojava. La resistencia en la presa de Tishrin y en el puente de Qereqozaq es fundamentalmente una expresión de la determinación del pueblo de proteger el modelo de Rojava.
En este contexto, como DBP, adheridos a la política de la Tercera Vía y a un paradigma arraigado en la democracia, la ecología y la libertad de la mujer, consideramos la construcción de las condiciones de paz y la expansión de nuestra lucha por una política democrática como una responsabilidad histórica para la resolución democrática y pacífica de la cuestión kurda".
La declaración final esbozaba los siguientes puntos clave:
- Resolución democrática y pacífica de la cuestión kurda,
- Garantizar la libertad física de Abdullah Öcalan,
- Construir la unidad nacional kurda,
- Proteger los logros del pueblo kurdo, especialmente en Rojava, y garantizar su reconocimiento y sus derechos,
- Reforzar la política democrática desde la perspectiva de la Política de la Tercera Vía,
- Apoyando las demandas de democracia y libertad de los pueblos y uniéndolos en un terreno común para lograr la victoria,
- Garantizar la liberación de los presos políticos encarcelados ilegalmente,
- Y lo que es más importante, construir una sociedad libre dirigida por la lucha por la libertad de las mujeres.
-Como parte de la lucha orientada a la victoria, nuestro partido pondrá en práctica todas las decisiones con una organización más fuerte y extendida y con escuelas/programas de educación del partido en todas partes. Además, mediante la activación de un mecanismo organizativo en el que participen activamente nuestras organizaciones provinciales y de distrito, pretendemos facilitar la resolución de los problemas y reforzar el vínculo entre el pueblo y el partido. En este marco, con su papel y su misión, estamos decididos a hacer del Partido de las Regiones Democráticas la fuerza política y social fundamental del Kurdistán y continuaremos nuestra lucha en consecuencia".