El acusado brilló por su ausencia, su abogado defensor parecía satisfecho, los familiares en el banquillo del codemandante reaccionaron conmocionados: más de tres años y medio después de la muerte accidental del kurdo Cihan Can atropellado por un furgón policial turco, el tribunal regional de Diyarbakır dictaminó el lunes que el agente de policía Hakan Avcı debía ser condenado a tres años de cárcel por homicidio involuntario. La condena se redujo a seis meses y finalmente se convirtió en multa. Al final, tendría que pagar 21.200 liras, que equivalen a unos 730 euros. La multa es inferior al salario mensual del policía.
El tribunal se quedó así muy por debajo de la petición del fiscal, que pedía una pena de prisión de dos a seis años para Avcı. La acusación conjunta consideró el delito como asesinato y pidió que se suspendiera la vista principal y se remitiera a una gran sala de lo penal. La defensa exigió que se suspendiera el procedimiento.
El agente Hakan Avcı atropelló al ingeniero civil Cihan Can en Amed con un furgón policial el 27 de diciembre de 2019. El joven de 33 años caminaba a última hora de la tarde por el distrito de Bağlar e intentaba cruzar una calle cuando fue atropellado de frente. Can murió en el lugar del accidente. Las imágenes de una cámara de vigilancia documentaron el incidente.
El caso provocó fuertes protestas. El policía responsable de la muerte de Can declaró que confundió al hombre con la leña de una panadería cercana. En el curso de la investigación y el proceso se obtuvieron un total de seis informes periciales con la conclusión de que el causante del accidente era el único responsable de la muerte de Cihan Can.
Ejemplo de justicia turca
"El veredicto es un ejemplo de lo que es la justicia turca", declaró Neytullah Can tras el juicio. El supuesto castigo por matar a su hermano no es un castigo, sino una recompensa. "Nuestra idea de la justicia es diferente. Exigimos que el policía vaya a la cárcel por el asesinato de Cihan Can". El veredicto aún no es definitivo. Los abogados anunciaron en la sala que recurrirían la decisión.