En 2014, Sinjar, tierra de la minoría religioso-étnica yazidi, fue testigo de lo que la ONU ha denominado una campaña de genocidio perpetrada por el ISIS.

Los mercenarios dispararon, degollaron, quemaron vivos o secuestraron a miles de yazidíes, especialmente a las mujeres. Muchas de ellas fueron forzadas a convertirse en esclavas sexuales.

El gobierno iraquí está preparando una ley que tratará de garantizar los derechos de los yazidíes.

“La ley presentada ante el parlamento garantiza los derechos de las supervivientes yazidíes del genocidio del ISIS. La ley propone que obtengan una paga mensual, rehabilitación y garantizarles una vida digna”, apuntó el presidente de Iraq en su cuenta de Twitter.

El anteproyecto de la ley estipula las mujeres yazidíes que quieran trabajar para el gobierno tendrán prioridad.

Asimismo, pretende reconocer los eventos de 2014 como un “genocidio” y declarar el 3 de agosto, el día en el que tuvo lugar el genocidio, como un día festivo nacional.

La ley también contempla la creación de un comité especial en el parlamento para ocuparse de las cuestiones que impliquen al pueblo yazidí.

“La ley garantizará los cuidados adecuados, vivienda y oportunidades de estudio para las mujeres yazidíes así como tratará con la cuestión del estatus legal de los niños nacidos en aquellas circunstancias”, ha dicho la oficina del presidente.

El borrador de la ley fue completado el 28 de marzo según la oficina del presidente.

Nadia Murad, una mujer yazidí que huyó del cautiverio del ISIS y ganó el premio Nobel de la Paz el año pasado por su activismo contra la violencia sexual, ha participado en los debates del anteproyecto de la ley según ha manifestado el presidente Salih.

Nadia Murad fue una de las más de 3.000 mujeres yazidíes que se estima fueron secuestradas y vendidas como esclavas sexuales.

Miles de personas yazidíes permanecen desaparecidas y la mayoría de la comunidad todavía no ha vuelto a su tierra.