Lo llaman el Programa ‘Robin Hood’ y es fácil entender por qué: 600 lotes de más de 4.000 joyas, vehículos y residencias confiscadas irán a subasta, y los beneficios se utilizarán para ayudar a los más pobres.

El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado en una rueda de prensa en el Palacio Nacional que los ingresos provenientes de la venta de 4.578 joyas confiscadas y vehículos de lujo se destinarán a la construcción de carreteras en Nayarit y Guanajuato.

Desde que asumió el cargo en diciembre del año pasado, el Presidente López Obrador ha puesto en marcha una serie de programas de asistencia social para los pobres y los ancianos, ha recortado los salarios de los altos funcionarios y ha asegurado estar ahorrando dinero público eliminando la corrupción.

Anunció planes para un instituto llamado ‘Robin Hood’, y ahora ha puesto a Ricardo Rodríguez a la cabeza del recién creado Instituto de Devolución de Bienes Robados a la Gente.

Un informe de 2017 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señalaba que estudios recientes estiman que México pierde entre el 5 y el 9 % de su producto interior bruto (PIB) cada año a causa de la corrupción.