El gobierno de Libia, apoyado por la ONU, anunció el viernes un alto el fuego en todo el país y pidió la desmilitarización de la estratégica ciudad de Sirte, que está controlada por fuerzas rivales.
En una declaración separada, Aguila Saleh, presidente de la Cámara de Representantes rival con sede en el este, también pidió un alto el fuego. Los anuncios se produjeron en medio de temores de una escalada en el conflicto que ya lleva más de nueve años.
Fayez al-Sarraj, jefe del Gobierno de Acuerdo Nacional en la capital, también anunció que en marzo se celebrarían elecciones parlamentarias y presidenciales.
Ambas administraciones dijeron que quieren el fin del bloqueo petrolero impuesto por el campamento del comandante militar Khalifa Haftar desde principios de este año. También pidieron que los ingresos que produce el petróleo, la principal fuente de ingresos del país, fluyan a la cuenta bancaria de la Corporación Nacional del Petróleo fuera de Libia.
Poderosas tribus del este de Libia leales a Haftar cerraron terminales de exportación de petróleo y bloquearon importantes oleoductos a principios de año en un esfuerzo por presionar al gobierno con sede en Trípoli.