El medio ambiente de la provincia kurda de Şırnak está siendo dañado masivamente por la minería, las presas, las centrales hidroeléctricas, los pozos de arena y los incendios provocados por el ejército turco. Además de los incendios forestales, se están llevando a cabo operaciones de destrucción masiva en las regiones montañosas de Cudi, Gabar y Besta por parte de los llamados guardias de aldea por “razones de seguridad”. Los paisajes montañosos, con su naturaleza única, se convierten así en un desierto.
Pero mientras la destrucción del medio ambiente se oye mucho en el oeste de Turquía, la destrucción de la naturaleza en el norte del Kurdistán es ensordecedoramente silenciosa. El Colegio de Abogados de Şırnak ha hecho ahora un llamamiento desesperado al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), a la Fundación para la Protección y Promoción de los Valores Medioambientales y Culturales (ÇEKÜL) y a Greenpeace para motivarles a tomar medidas contra esta destrucción medioambiental.
“No es nuestro campo de experiencia”
Greenpeace respondió por escrito al recurso del Colegio de Abogados hace una semana, diciendo que agradecía a la asociación su confianza. Continuó diciendo: “Hoy en día se cometen continuamente delitos medioambientales en todos los lugares de Turquía. Debido a los limitados recursos, no nos es posible llegar a todo el mundo y trabajar en todo tipo de problemas medioambientales. Por esta razón, Greenpeace se centra en determinados temas para utilizar el apoyo que la organización recibe de los particulares de la forma más eficaz posible. Greenpeace continúa sus actividades haciendo campaña sobre estos temas. En su correo electrónico, ha expresado su justificada preocupación por la deforestación en su región. Como institución, estamos en contra de todo tipo de degradación del medio ambiente, pero como el tema no entra en el ámbito de nuestras competencias, lamentablemente sólo podemos remitirle a organizaciones no gubernamentales con experiencia, especializadas en estos temas y que han realizado una gran labor hasta ahora”.
Presas, minería, desbroce...
El abogado Sabri Çatıkkaş, miembro de la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo Urbano del Colegio de Abogados de Şırnak, señaló en una entrevista con la Agencia Mezopotamya (MA, por sus siglas en inglés) que la sobreexplotación de la naturaleza en Şırnak y sus alrededores viene produciéndose desde hace mucho tiempo: “La sobreexplotación de la naturaleza continúa con presas, minas, pozos de arena en el Tigris y la tala de árboles. Muchos lugares de Şırnak están bajo el agua debido a las grandes y pequeñas presas. La construcción de presas ha modificado los cauces de los ríos y ha cambiado el modo de vida de la región. En Şırnak se han abierto muchas minas de carbón. En el proceso de extracción del carbón, la naturaleza queda devastada. Toda la contaminación de las minas de carbón se vierte en los ríos. La vida en los arroyos se ve afectada como resultado. Al mismo tiempo, estos arroyos contaminan el Tigris. Los pozos de arena en el río son también un gran problema. Las minas de arena crean grandes pozos. Muchas personas se ahogan allí cada año. Desde 2010, decenas de personas han perdido la vida debido a la extracción de arena”.
“La Dirección de Bosques está destruyendo el bosque”
Çatıkkaş destacó que en la provincia de Şırnak se llevan a cabo operaciones continuas de destrucción desde hace unos dos años, por cuenta de las instituciones oficiales. “El organismo responsable es la dirección forestal local [dependiente del Ministerio de Agricultura y Silvicultura], que también es responsable de las licitaciones correspondientes. Estas licitaciones se llevan a cabo violando las leyes de licitación. Al mismo tiempo, se adjudican a personas conocidas por su cercanía al AKP. Los bosques de Şırnak están siendo talados por estas personas”. El abogado alude, entre otras cosas, a los clanes paramilitares de la guardia de aldea que se benefician masivamente de los trabajos de tala.
En cuanto al llamamiento a las organizaciones ecologistas, Çatıkkaş dijo: “Les enviamos por correo electrónico los informes que hicimos y las fotos que recibimos sobre la devastación de las montañas de Şırnak. Les pedimos ayuda. Aunque no hicieran nada, les pedimos que al menos exigieran el fin de esta sobreexplotación de la naturaleza. Hasta ahora, sólo Greenpeace ha respondido. En su respuesta, la organización escribe que sabe que en Turquía se están cometiendo muchos crímenes contra la naturaleza, pero que como Greenpeace tienen un pequeño presupuesto y están llevando a cabo un trabajo que han acordado hacer. Greenpeace afirma que no pueden hacer nada contra la sobreexplotación de la naturaleza aquí”. Dada la estructura corporativa de Greenpeace, con sus propias empresas energéticas y sus enormes ingresos por donaciones, es dudoso que la falta de dinero sea el verdadero problema.
"Discriminación contra la naturaleza"
En consecuencia, Çatıkkaş también acusa a Greenpeace de “doble moral”. Continuó: “Otras organizaciones que abogan por la protección del medio ambiente adoptan el mismo enfoque. Cuando se trata de la naturaleza del Kurdistán, todas muestran la misma actitud. Hasta hoy, ninguna organización internacional o nacional ha alzado la voz contra la quema de bosques o la tala de árboles en este país. Tampoco se han pronunciado contra el expolio de la región por parte de la minería y los pozos de arena. Hay razones para ello, por supuesto. Estas organizaciones cuentan con el apoyo de algunos Estados. Esta ayuda es esencial para las organizaciones. Para no poner en peligro esta ayuda, hacen la vista gorda y oídos sordos cuando se trata de la naturaleza de nuestra región. No quieren enfrentarse a los Estados que las financian. Esto es una gran hipocresía. Es inaceptable que una organización fundada en nombre de la conservación de la naturaleza la discrimine. La naturaleza en el Mediterráneo es naturaleza, pero ¿la naturaleza en el Kurdistán no lo es? ¿Se está destruyendo la vida allí y no aquí? Si la naturaleza del Kurdistán es saqueada y destruida, ¿no afectará a la naturaleza del Mediterráneo? Esto es hipocresía”.
Çatıkkaş pidió el fin de esta “hipocresía” y dijo: “Todas las organizaciones del Kurdistán deben unirse y trabajar juntas contra esta hipocresía. Debemos actuar juntos para detener esta sobreexplotación de la naturaleza en el Kurdistán. Debemos hablar con una sola voz. Si lo hacemos, podremos detener este saqueo”.