Según el Instituto de Estadística de Turquía (TUIK), la inflación anual se sitúa en el 19,58 por ciento. Mensualmente, la lira se deprecia actualmente en un 1,25 por ciento. Los precios al consumidor están aumentando rápidamente. En comparación con el mismo mes del año pasado, el aumento es del 13,04 por ciento; calculado durante los últimos 12 meses, el aumento llega hasta el 16,42 por ciento.
Las cifras de TUIK son muy controvertidas; una y otra vez, se acusa a la agencia estatal de presentar los datos económicos de manera demasiado positiva para ocultar la crisis. Por tanto, la inflación real puede ser mucho mayor. El tipo de cambio de la lira frente al euro es también expresión de la crisis del sistema en Turquía, está en 0,097 euros la lira.
Aumento del 28,79 por ciento en el precio de los productos alimenticios básicos
El menor incremento anual de precios lo registró el grupo de bebidas alcohólicas y tabaco con 1,8 por ciento, y entre los precios con menores subas respecto al mismo mes del año anterior se encuentra la comunicación con un del 4,99 por ciento por encima. La ropa y el calzado están en el 7,32 por ciento y el entretenimiento y la cultura en el 12,45 por ciento. Por otro lado, los principales grupos con alto incremento respecto al mismo mes del año pasado son alimentos y refrescos con 28,79 por ciento, menaje del hogar con 23,27 por ciento y restaurantes y hoteles con 23,27 por ciento.
El precio al productor subió un 44 por ciento
El índice de precios al productor nacional (IPP) aumentó un 1,55 por ciento en septiembre de 2021 en comparación con el mes anterior y un 30,50 por ciento en comparación con diciembre del año anterior. El aumento interanual es tan alto como 43,96 por ciento y 33,83 por ciento en términos del promedio de 12 meses. Los incrementos anuales de precios en los cuatro sectores industriales son los siguientes: 28,39 por ciento en minería y canteras; 43,68 por ciento en manufactura; 50,10 por ciento en electricidad, gas y distribución; y 30,15 por ciento en suministro de agua.
El aumento descontrolado de los precios en Turquía y el norte de Kurdistán está creando obstáculos insuperables para la población, y muchas personas se están deslizando por debajo de la línea del hambre y se están quedando sin hogar.