Durante los últimos dos meses, las protestas populares contra la corrupción en Irak, continúan en Bagdad y en las ciudades de Najaf, Kerbela, Basra, Zikar, Nasiriyah, Diwaniyah, Mussena y Missan, la mayoría de las cuales están habitadas por chiítas iraquíes. También otras regiones se han sumado a las protestas.

Hasta el momento no se ha dado ningún paso concreto para responder a la demanda de los manifestantes de una reconstrucción del sistema político en el país. La gente acusa a la clase dominante de estar corrompida y de servir a los intereses del país vecino Irán.

Con el aumento de la violencia, el gobierno reprime las protestas que se han intensificado. Entre otras cosas, el Consulado iraní ha sido incendiado en Najaf. Esta mañana, también, la gente volvió a las calles en muchas ciudades.

El Ministerio de Asuntos Exteriores iraquí dijo que "el ataque contra el Consulado iraní no es compatible con el objetivo de las protestas en curso y tiene como objetivo dañar las relaciones Irán-Irak".

Mientras tanto, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Musevi, pidió al gobierno iraquí que "responda con dureza a los atacantes" y que "cumpla con sus responsabilidades para la protección de las instituciones diplomáticas y sus diplomáticos".

13 muertos, 80 heridos

La policía disparó balas de plomo contra las manifestaciones en Nasiriyah, Zikar y Diwaniyah y mató a muchas personas. Una fuente en el Departamento de Salud de Nasiriyah reportó 13 muertos y 80 heridos. Se teme que el número aumente con el correr de las horas.

Los observadores políticos hablan de una posible represalia debido a la quema del consulado iraní en Najaf. Expresan su preocupación por un posible aumento de muertes y advierten que el país podría caer en una guerra civil.