El Comité de Salud de la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK) emitió un comunicado denunciando el mortal ataque turco que tuvo como objetivo un hospital en una aldea de Shengal (Sinjar) la semana pasada.

Tras señalar que los crímenes de guerra cometidos por el estado turco son una clara violación de la Convención de Ginebra, KCK pidió a todas las instituciones y organizaciones internacionales que tomen medidas inmediatas.

La declaración publicada hoy por el Comité de Salud de KCK incluye lo siguiente:

“Por la presente, condenamos el ataque de aviones de guerra turcos contra un hospital en la aldea de Sikêniyê en la región de Sinjar, donde se estaba tratando a civiles. El 17 de agosto de 2021, el hospital fue bombardeado tres veces seguidas. Expresamos nuestro pésame a las familias de las víctimas, a todos los trabajadores de la salud y a nuestro pueblo y deseamos una pronta recuperación a todos los heridos.

Según el Derecho Internacional de la Guerra, es un crimen de lesa humanidad bombardear o dañar instalaciones de salud y hospitales. Esto incluye el asesinato de trabajadores de la salud. Al atacar un hospital, es decir, un lugar que claramente no es un objetivo militar, una aldea y también un vehículo civil, se han cometido crímenes de guerra ante los ojos del mundo entero. Este no es el primer crimen de Turquía. En el pasado, los bombardeos del estado turco en Kurdistán del Norte, Kurdistán del Sur, Sinjar, Maxmûr y Rojava han provocado masacres de civiles, destrucción de la naturaleza y el desplazamiento de poblaciones enteras, por ejemplo, en Afrin. En los últimos años, numerosos ataques aéreos en la región kurda del sur de Kandil han provocado la destrucción total de un hospital y una escuela primaria, la pérdida de una pierna de una joven, la muerte de una madre, y el asesinato de toda una familia cuando su automóvil fue bombardeado el 24 de agosto de 2011. Cada ataque aéreo ha resultado en la muerte de cientos de animales de la población civil y daños a la propiedad de la población. Diez civiles murieron en varios ataques aéreos turcos en la aldea de Zergele, ubicada en Kandil, en 2014. Un examen más detenido de todos los crímenes cometidos por el gobierno fascista del AKP revela que se trata de una política sistemática de exterminio y genocidio contra los kurdos que es no se limita a la historia reciente. Debido a que el estado turco no ha sido responsabilizado por todos estos crímenes a nivel internacional hasta ahora, ha cometido otro crimen en Sinjar el 17 de agosto de 2021. 

Las vidas, los derechos y la libertad de las personas son claramente más importantes que cualquier interés político. Por lo tanto, invitamos a todas las instituciones internacionales a cumplir con su responsabilidad lo antes posible. Al mismo tiempo, pedimos al público internacional que no permanezca en silencio sobre los crímenes de guerra cometidos por el estado fascista turco. Mientras continúe este terrible silencio, las masacres también continuarán. El silencio de las instituciones internacionales y la participación de las potencias internacionales, especialmente los EE.UU., sientan las bases para la continuación del horror del que es responsable el estado fascista turco y su desprecio del derecho internacional. Es deber de todo ser humano poner fin a esta política inmoral.

El silencio mata y solo incita a nuevas masacres. Es hora de poner fin a esto. Los crímenes de guerra cometidos por el estado turco son una clara violación de la Convención de Ginebra. Por lo tanto, hacemos un llamado a todas las instituciones y organizaciones internacionales para que tomen medidas de inmediato.

Las voces de los trabajadores del hospital y los médicos que fueron martirizados en el ataque al hospital de Sinjar son ahora las voces de nuestra conciencia. Para mantener vivos sus recuerdos y exigir responsabilidades por esta masacre, hacemos un llamado a todos para que se unan bajo el lema "Alto a los crímenes de guerra turcos" y luchen juntos por la libertad y la derrota del fascismo".