KNK: Turquía habla de paz pero ataca a civiles kurdos e infraestructura vital

El KNK condenó "en los términos más enérgicos posibles los recientes ataques del Estado turco contra civiles e infraestructuras en el noreste de Siria y el sur del Kurdistán en el norte de Irak".

La Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso Nacional del Kurdistán (KNK) emitió una declaración para "condenar en los términos más enérgicos posibles los recientes ataques del Estado turco contra civiles e infraestructura en el noreste de Siria y el Kurdistán del Sur en el norte de Irak, que han resultado en la trágica pérdida de al menos doce vidas y decenas de heridos".

La declaración añadió: "El bombardeo indiscriminado de zonas civiles, incluida Qamishlo, donde fueron atacados una estación de tren y un centro de salud, y las aldeas alrededor de Dêrik, es una flagrante violación del derecho internacional humanitario y demuestra un flagrante desprecio por la vida humana".

El KNK subrayó que "la destrucción selectiva de infraestructuras esenciales, incluido un centro de distribución de combustible en Dêrik y una instalación eléctrica en Amûde, exacerba el sufrimiento de la población civil y constituye un crimen de guerra. Tales acciones no solo interrumpen los servicios vitales, sino que también contribuyen a una crisis humanitaria en la región, dejando a las comunidades sin acceso a la electricidad, el agua y los recursos esenciales.

Turquía sigue cometiendo crímenes de guerra y contra la humanidad. La comunidad internacional y las instituciones deben poner fin al silencio y exigir responsabilidades al Estado turco por sus acciones y obligarlo a poner fin a sus crímenes contra los kurdos.

El KNK agregó: "El 23 de octubre, el líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan se reunió con su sobrino, el diputado del Partido Igualdad y Democracia Popular (DEM) por Urfa (Riha), Ömer Öcalan, después de 43 meses de aislamiento total. En la reunión dijo: 'El aislamiento continúa. Si se crean las condiciones, tengo el poder teórico y práctico para cambiar esta fase de la base del conflicto y la violencia a una base legal y política.

"Por lo tanto, el aislamiento debe levantarse y Abdullah Öcalan debe ser liberado en condiciones que le permitan desempeñar su papel en una solución política y justa de la cuestión kurda".