La Coordinadora de Alepo de Kongreya Star, la organización que agrupa a las mujeres del noreste de Siria, condena los ataques inhumanos del Estado turco ocupante contra los cementerios de los mártires. La organización realizó una rueda de prensa en presencia de muchos miembros.

En el comunicado se condenan enérgicamente los crímenes cometidos por el Estado turco y se dice: "En un intento de revivir el período otomano, el Estado turco está asesinando a la gente, desplazando a las masas, ocupando sus tierras y librando una guerra psicológica. Ninguna religión o doctrina aceptaría estos actos. ¿Por qué el mundo guarda silencio sobre lo que el Estado turco ha estado haciendo? El Estado turco está bombardeando cementerios y pisoteando todos los valores de la humanidad. Sus fuerzas están profanando tumbas en las zonas ocupadas. El derecho internacional y las organizaciones de derechos humanos deben hacer su parte para detener esto".

El Estado turco continúa sus ataques contra los muertos en medio de su guerra cada vez más continua contra el pueblo kurdo y sus tierras en tres partes del Kurdistán.

En Hakkari, Van, Muş, Amed (Diyarbakir), Bingöl y Şırnak en Kurdistán del Norte, las fuerzas de seguridad turcas utilizan sistemáticamente la fuerza bruta contra las tumbas de los guerrilleros. Cementerios enteros han sido devastados, las lápidas han sido destrozadas. La destrucción de las tumbas de los guerrilleros ha sido una práctica de larga data del Estado turco, pero recientemente ha adquirido una dimensión aún más sistemática. Las decenas de miles de mártires del movimiento de liberación kurdo están destinados a ser borrados de la memoria social.

Por su parte, la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK) señala en una declaración reciente que la profanación de tumbas de guerrilleros no está motivada por motivos sádicos, sino que tiene un objetivo político: hacer que los kurdos renuncien a su idioma, su cultura y su libertad.

La diputada del HDP, Leyla Güven, expresó sentimientos similares en una entrevista con ANF: "Este es un mensaje para el pueblo: 'No los toleraremos, vivos o muertos'. Pero con el trauma viene la rabia".

El Partido Comunista Maoísta (MKP) juró represalias por la profanación de tumbas de guerrilleros kurdos por las fuerzas de seguridad turcas.