La OPEP baja su pronóstico de consumo de petróleo para los próximos 7 meses
La OPEP reduce sustancialmente su previsión de consumo de petróleo para los meses restantes de 2020.
La OPEP reduce sustancialmente su previsión de consumo de petróleo para los meses restantes de 2020.
La OPEP ha bajado su pronóstico de consumo de petróleo para lo que queda de este año. Si el cálculo anterior, hace apenas un mes, estimaba la reducción del consumo diario en 6’85 millones de barriles, en mayo las nuevas estimaciones sitúan la caída del consumo diario en 9’7 millones de barriles para lo que queda de año.
La fuerte caída de la demanda, como consecuencia directa de la pandemia del coronavirus, ha provocado una disminución constante, durante tres meses, de los precios del crudo, alcanzando un mínimo histórico el pasado mes de abril, cuando el precio medio del barril llegó a 15’98 dólares, el más bajo de los últimos 21 años.
Dado que el coste medio de producción de un barril, según el tipo de petróleo, es de unos 30 dólares, los países productores han ido acumulando pérdidas por la extracción, a lo que hay que añadir la acumulación de existencias hasta el actual agotamiento de la capacidad de almacenamiento, lo que ha dado lugar al hecho insólito de tener que pagar para vender, como ocurrió con el petróleo de tipo Texas en los Estados Unidos.
La OPEP + (miembros de los países productores de la OPEP más Rusia y otros) acordó con el apoyo de los EE. UU. una reducción de parte de la producción, estableciendo una disminución de la extracción diaria de unos 9’7 millones de barriles (algo menos del 10% de la producción mundial). La cifra acordada sólo se negoció para los meses de mayo y junio, y coincide con la previsión de bajo consumo hecha pública esta semana por la OPEP.
Fuentes de la misma OPEP han subrayado que con la aplicación de la reducción acordada “ya ha comenzado a darse una respuesta positiva”, una referencia al ligero aumento del precio del crudo de esta semana, que ha alcanzado un promedio de 30 dólares por barril.
Las previsiones de la OPEP, que tienen como objetivo infundir confianza al mercado del petróleo, no parecen tener en cuenta algunas variables como el aumento de la producción en abril de varios de sus principales miembros, el colapso de la capacidad de almacenamiento disponible –que ha dado lugar a la utilización de buques cisterna como almacenes (con el consiguiente costo de los fletes), en los que se acumula una cantidad desconocida de petróleo crudo– y, sobre todo, las previsiones coincidentes, de varias organizaciones económicas internacionales, de una recuperación económica lenta y gradual, sujeta a fuertes limitaciones en el transporte internacional de personas.
No es difícil prever que la OPEP se verá pronto obligada a revisar sus cálculos para el consumo diario de crudo y que, por lo tanto, los países productores de petróleo tendrán que acordar una prórroga del recorte de la producción, e incluso aumentar sustancialmente esta reducción, en aras de revertir el bajo precio del barril de crudo.