El estado alemán continúa su asedio en la Gran Marcha protagonizada por jóvenes kurdos e internacionalistas que piden la libertad del líder del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan, que se encuentra en aislamiento agravado por el estado turco.

El primer día de la marcha, el 2 de septiembre, la policía alemana atacó a los participantes y luego prohibió la marcha, utilizando el tatuaje de Öcalan en el brazo de un activista como excusa.

Los participantes de la marcha permanecen decididos frente a las presiones cada vez mayores de la policía alemana que hacen un esfuerzo para provocar una escalada represiva.

Los activistas se han reunido en el Centro de Sociedad Democrática Kurda de Duisburgo el miércoles. La policía sitió la zona y allanó la institución kurda alrededor de las 11:30 de la mañana. Tras la intervención, los activistas reanudaron la marcha con pancartas de Öcalan para mostrar su reacción y su respuesta democrática. En unos 10 minutos, la policía alemana rodeó a los participantes de la marcha.

La policía anunció en repetidas ocasiones que la marcha está prohibida, y ordenó a los activistas que se dispersen, mientras los activistas respondieron con consignas contra la represión.

Un activista fue detenido por la policía.

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