Desde que el Covid-19 fue calificado como pandemia, personas privadas de libertad en distintas cárceles de Colombia, así como sus familiares, han protestado contra la negligencia del gobierno a la hora de prevenir la propagación de esta enfermedad entre los presos.

Numerosos presos, además, han presentado denuncias de torturas y hostigamiento por parte de los guardias.

El hacinamiento es una de las principales causas de violación de derechos de los presos. De los 138 centros penitenciarios en el país, 129 están abarrotados. Las cárceles con mayor número de presos se encuentran en las ciudades de Santa Marta (Magdalena), Magangué (Bolívar), Valledupar (Cesar), Villahermosa (Cali) y Bogotá.

“El dramático incremento en las cifras de hacinamiento (del 27’8% al 53’7% en los últimos cinco años) muestra que no han habido políticas comprensivas en materia de prisiones que permitan solucionar estas problemáticas estructurales”, ha declarado el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos – CSPP.

El problema, subraya el comité, es que no se han implementado las soluciones ante la superpoblación en las cárceles, ni se han desarrollado proyectos de protección para los reclusos y los guardias ante la pandemia.

Según la fundación Lazos de Dignifidad, hay 1.297 casos confirmados de Covid-19 y cuatro muertes en las cárceles de Colombia a día 27 de mayo. La cárcel de Villavicencio (Meta) es la más afectada, con 877 casos confirmados.

Situación en Brasil

Si la situación de los prisioneros en Colombia es apabullante, en Brasil es posiblemente aún peor. Aquí los problemas de hacinamiento han aumentado la tensión después de que la pandemia del coronavirus se extendiera entre la población carcelaria. En todo Brasil, hay 374.898 casos confirmados y 23.473 muertes.

El Departamento Penitenciario Nacional (Depen), la agencia estatal responsable de una población de 758.676 presos, ha confirmado que a finales de la semana pasada se confirmaron 755 casos de coronavirus en las prisiones alrededor del país y 29 muertes.

Sin embargo, este número puede elevarse en el próximo recuento nacional, que se publicará en los próximos días, porque el lunes el Complejo Penitenciario de Papuda (en el Distrito Federal de Brasilia) registró, por sí solo, 671 casos confirmados entre los presos.