Los familiares de las víctimas de la masacre de Roboski quieren obtener un nuevo juicio. Según un abogado de las familias, hoy se presentará una solicitud de nuevo juicio ante el Tribunal Constitucional de Ankara. Además, está prevista una declaración de prensa posterior frente al tribunal de la capital turca.
El 28 de diciembre de 2011, 34 personas murieron en el pueblo de Roboski, en la provincia de Şırnak, cuando la Fuerza Aérea turca bombardeó una caravana de comerciantes fronterizos, en su mayoría menores de edad. Las víctimas habían cargado sus mulas con dos botes de gasóleo, un kilo de té y un kilo de azúcar cada una. A cambio, les llovieron toneladas de bombas justo antes del cambio de año. Todas las demandas presentadas ante los tribunales civiles y militares fueron retiradas. Una vez agotadas todas las vías legales nacionales, se presentó una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Debido a que el abogado de las familias de las víctimas presentó con dos días de retraso los documentos que faltaban, el TEDH rechazó la solicitud en mayo de 2018.
Familiares en prisión
Los procesos judiciales relativos a la masacre de Roboski son emblemáticos del sistema judicial en Turquía. Ninguno de los responsables ha comparecido ante la justicia. Veli Encü, que perdió a su hermano Serhat en el ataque aéreo, y Barış Encü, cuyo hermano Nevzat murió, están en prisión por protestar contra la masacre. Está en marcha un proceso contra 34 personas por protestar contra el entonces gobernador del distrito, Naif Yavuz. Los cargos son "propaganda organizativa, insultos al ejército e intento de asesinato". Otros 16 familiares fueron acusados de participar en una ceremonia de conmemoración. Decenas de familiares han sido condenados a multas.
El ejército turco: "Lamentable confusión"
19 de las 34 víctimas de la masacre de Roboski eran menores de edad. Sólo cuatro sobrevivieron al ataque con heridas graves. Los jóvenes, de entre 13 y 38 años, cuyas familias se ganaban la vida con el comercio fronterizo, regresaban del sur del Kurdistán cuando comenzó el bombardeo de los cazas turcos, de las 21:37 horas hasta las 22:24 horas.
Erdoğan agradeció el bombardeo
El Estado Mayor turco explicó posteriormente que se decidió atacarlos ya que el grupo había tomado una ruta también utilizada por el PKK, lo que hizo que las víctimas fueran consideradas "terroristas." Sin embargo, horas antes del primer ataque aéreo, las imágenes de los drones ya habían sido analizadas a las 18:39 horas y mostraban claramente que las personas eran comerciantes fronterizos. La policía militar local (Gendarmería) también estaba al tanto de cada grupo de contrabandistas, ya que cobraban derechos de aduana ilegales. En cualquier caso, los guerrilleros no utilizan grandes rutas como los comerciantes fronterizos y no se mueven en grupos tan llamativos con mulas. Los jefes militares que mandan en Ankara también debían ser conscientes de ello. El actual jefe de Estado, Recep Tayyip Erdoğan, que era primer ministro en ese momento, prometió aclarar el incidente. Sin embargo, también fue Erdoğan quien agradeció personalmente al jefe del Estado Mayor el atentado.