Endurecen las medidas de seguridad en la prisión central de Hesekê, en el noreste de Siria. Durante cinco días, las autoridades responsables, con el apoyo de las unidades antiterroristas de las Fuerzas Democráticas de Siria ( SDF) y las tropas de la Coalición Internacional contra el ISIS, estuvieron de guardia para responder a las brechas de seguridad. En la prisión de Hesekê se encuentran alojados numerosos mercenarios del ISIS, entre ellos figuras de alto rango responsables de los más graves crímenes de guerra.
Como parte del programa inmediato para aumentar la seguridad, se llevaron a cabo inicialmente registros exhaustivos, dijo la Oficina de Prensa de las SDF.
El comunicado decía: "Nuestras unidades han completado con éxito la operación a pesar de los intentos de los terroristas de sabotear los dispositivos de vigilancia en las celdas de la prisión con el objetivo de intentar fugas. Nuestras unidades confiscaron un gran número de objetos punzantes fabricados por los mercenarios con los materiales disponibles en las celdas. Paralelamente, nuestras unidades han podido descubrir agujeros en las paredes de las celdas que conectan las celdas de los mercenarios del ISIS con aquellas en las que se encuentran los líderes de la organización terrorista. Los agujeros los hicieron los mercenarios para infiltrarse y volver a entrenar. Nuestras unidades han desbaratado su intento".
Además de las extensas obras para cerrar los agujeros, también se ha incrementado considerablemente la videovigilancia en el centro de detención. Como parte de las medidas sanitarias para combatir el coronavirus, todos los prisioneros fueron examinados por equipos médicos de las SDF. Además, se desinfectó a fondo todo el edificio.