"Los ataques turcos han causado grandes daños a la ecología en el noreste de Siria"

La Junta de Ecología del Cantón de Cizîr declaró que los ataques del estado turco ocupante han causado grandes daños a la ecología en el noreste de Siria y pidió a la comunidad internacional que tome medidas contra esta destrucción ecológica.

ECOCIDIO

El Estado turco continúa sus ataques contra el norte y el este de Siria, atacando directamente a civiles e infraestructuras civiles. Aviones de guerra, drones y ataques de artillería apuntaron a centros de salud y educación, panaderías, almacenes de harina y cereales, silos de trigo, centrales eléctricas, empresas y fábricas, redes telefónicas, estaciones de agua, gas y gasolina.

Los ataques, que comenzaron en la tarde del 23 de octubre, se saldaron con decenas de muertos y heridos entre los civiles. Según Ziyad Rustem, co-presidente de la Junta de Energía de la Administración Autónoma Democrática de la Región del Norte y el Este de Siria, 120.000 ciudadanos se quedaron sin agua y electricidad debido a los bombardeos de las centrales eléctricas de Amûdê, Tirbespiyê y Kobane. Rustem indicó que los daños ocasionados hasta el momento, especialmente en los centros de servicios estratégicos, han alcanzado los cinco millones de dólares. 

Los ataques también tuvieron como objetivo yacimientos petrolíferos e instalaciones de separación de petróleo, causando grandes daños a la ecología de la región.

El Consejo de Ecología del cantón de Cizîr emitió una declaración frente a su sede en la ciudad de Hesekê. La declaración fue leída por el co-presidente del Consejo, Mihemed Ehmê, acompañado por los miembros del Consejo.

Al hablar sobre los ataques del estado turco ocupante y sus mercenarios aliados a la ecología, Ehmê citó las prácticas en Afrin y llamó la atención sobre la quema y tala de árboles en Afrin y la excavación incontrolada de pozos en Sêrêkaniyê y Girê Spî.

Destacando que el Estado turco ocupante ha causado grandes daños a la ecología de la región con sus recientes ataques, Ehmê indicó que los restos de armas y explosivos tendrán un impacto negativo en el suelo, el agua y el aire.

Ehmê afirmó que estos ataques ponen en peligro la vida y la existencia de las personas y pidió a las potencias internacionales y regionales, a las organizaciones de derechos humanos y, especialmente, a las organizaciones, movimientos e instituciones ecologistas que sigan y documenten las acciones del Estado turco ocupante y califiquen estos crímenes de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y la ecología.