En Amed (Diyarbakir) más de 1.500 personas han sido infectadas con el coronavirus. Después del final del Ramadán unas 500 personas dieron positivo. Veinte de estas personas están gravemente enfermas, alrededor de 200 están en tratamiento hospitalario y más de 300 personas están en cuarentena doméstica.
A menudo las reuniones sociales como las ceremonias funerarias son el punto de partida para nuevas infecciones. Mehmet Şerif Demir, Presidente de la Asociación Médica de Amed, advierte de una nueva escalada de la pandemia de coronavirus. Se desconoce el número exacto de casos en Amed porque el gobierno turco sólo publica datos para toda Turquía. Por lo tanto, la asociación médica sólo puede evaluar el curso de los acontecimientos basándose en sus propias observaciones. Las medidas preventivas se relajaron en Turquía el 1 de junio. "Desde entonces hemos observado un nuevo aumento en el número de casos. El número de pacientes con COVID-19 en Diyarbakir aumentó bruscamente la semana pasada y ha alcanzado el nivel más alto desde el comienzo de la pandemia", explicó Demir.
Según el presidente de la asociación médica, la "normalización" propagada por el gobierno ha causado grandes problemas. "La gente se ha vuelto descuidada y es una falsa creencia de que la voluntad derrotaría al virus. Cuando la gente habla de normalización, asume que todo ha vuelto a la normalidad ahora. Observamos que no se observa ninguna distancia social y no se usan máscaras. Como resultado, el número de casos ha aumentado. Sin embargo, el riesgo sigue existiendo. Por lo tanto, aconsejamos encarecidamente a la gente que use máscaras, mantenga la distancia y siga las normas de higiene", dijo Demir.
Según las cifras oficiales, 4.669 personas han muerto de COVID-19 en Turquía.