En Van, se ha registrado un aumento del número de casos de coronavirus después de que el gobernador no adoptara medidas adecuadas y permitiera la instalación de carpas de condolencias en las que grandes grupos de personas se congregaban.

El número de casos aumentó a 200 después de que se establecieran tiendas de condolencias en el barrio de Emin Pasha del distrito de Edremit y en la aldea de Ortanca en el distrito de Tusba. Una mujer más perdió la vida, con lo que el número de muertes por coronavirus aumentó a 10 en Van, mientras que 64 mil personas en total han sido puestas en cuarentena y 17 personas siguen en aislamiento. Los que se quedan en sus casas en cuarentena son abandonados a su suerte.

Muchos barrios fueron puestos en cuarentena después de que se estableció que las tiendas de condolencias instaladas en el barrio de Emin Pasha habían sido el foco de los casos de coronavirus. Muchas personas que habían visitado la tienda de condolencias habían pasado a los barrios de Gendelova, Kozluca y Soloağaç en Tusba y resultaron positivas al coronavirus. El barrio de Taşdöüzen fue puesto en cuarentena cuando se estableció la presencia de ciudadanos de Gürpınar que habían visitado la tienda de condolencias.

La cuarentena en el barrio de Günbaşı en Gürpınar se amplió cuando se detectaron nuevos casos de coronavirus. También se encontraron casos de coronavirus en los barrios de Gedikbaşı y Ekecek en el distrito de Başkale. Los dos barrios fueron puestos en cuarentena después de que dos personas que venían de fuera de Van dieran positivo. La entrada y la salida de los dos barrios fueron cerradas.

Los ciudadanos son abandonados a su suerte en el barrio en cuarentena de Emin Pasha en Edremit, donde se había instalado la tienda de condolencias. Las entradas y salidas del barrio, que ha estado en cuarentena durante unos 22 días, están prohibidas. Los ciudadanos que están atrapados en sus casas tienen dificultades para satisfacer sus necesidades básicas, y carecen de alimentos, bebidas y materiales de limpieza.

Los residentes del barrio dijeron que estaban tratando de ponerse en contacto con las autoridades estatales, empezando por la gobernación de Van, para satisfacer sus necesidades básicas, pero no pudieron encontrar interlocutores. Declarando que la cuarentena se ha convertido en una tortura, los ciudadanos subrayaron que el estado está utilizando el coronavirus contra la gente como método de castigo.