El 1 de septiembre el Día Mundial de la Paz llega una vez más a Turquía en un ambiente de sombra de conflicto y guerra. Las miembros de la Asamblea de Madres de la Paz en Izmir, dando la bienvenida al Día Mundial de la Paz, dijeron que deseaban el fin de la guerra.

Behiye Yalçın, que pasó los últimos 15 años luchando por la paz, dijo que la paz es esencial no sólo para el pueblo kurdo, sino para todos. Declarando que hay una guerra intensa contra el pueblo kurdo, Yalçın añadió: "El Día Mundial de la Paz está llegando. Pero la forma en que celebramos ese día es importante. ¿Lo celebraremos de nuevo en la guerra, la sangre y la matanza? ¿O realmente se tomarán medidas para allanar el camino hacia la paz? Todavía se derrama sangre en estas tierras. No queremos que se derrame sangre, no queremos guerra. Ya no queremos que nuestros hijos nazcan en condiciones de guerra y muerte. Queremos la paz para los pueblos de Turquía."

Al emigrar de Şırnak a Izmir hace años, la Madre de la Paz Hediye Korkut dijo que una guerra ha estado teniendo lugar en la región durante años y añadió que la guerra ha causado la muerte de miles de personas.

 "Como decimos paz, el estado impone la guerra", dijo Korkut y añadió: "No dejes que las madres lloren más. Todavía no hemos olvidado a la madre Taybet. No hemos olvidado a la madre de Cemile, cuyo cuerpo sin vida fue puesto en el congelador. Seguiremos diciendo paz para que estos dolores no se vuelvan a sufrir. Todas las madres de este país, especialmente las madres kurdas, sufrieron mucho por la guerra. Ninguna madre merece este dolor. Las madres kurdas son valiosas como todas las madres del mundo y merecen ver la paz."

Korkut añadió: "Podemos construir la paz juntos, los pueblos kurdo y turco. El problema kurdo no puede resolverse con la negación y la muerte. Las negociaciones deben comenzar de nuevo para permitir que se encuentre una solución. La clave para la solución y la paz es Imrali, el diálogo y escucharse mutuamente."