Más de 88.000 personas de la región de Karabaj han huido a Armenia
Unas 65.000 ya han sido registradas en centros administrados por el gobierno donde se han formado largas filas.
Unas 65.000 ya han sido registradas en centros administrados por el gobierno donde se han formado largas filas.
El 20 de septiembre, Azerbaiyán lanzó una operación militar relámpago contra Nagorno-Karabaj (República de Artsaj) de Armenia y capturó la región, cuyos dirigentes derrotados aceptaron deponer las armas sólo un día después. Si bien más de 200 personas murieron durante los ataques y más de 400 resultaron heridas, los funcionarios azerbaiyanos prometieron la "reintegración" de las personas de etnia armenia en la sociedad azerbaiyana.
Sin embargo, más de 88.000 refugiados de la región de Karabaj han huido a Armenia en menos de una semana y las necesidades humanitarias están aumentando, informó el viernes la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR).
“La gente está cansada. Esta es una situación en la que han vivido nueve meses de bloqueo. Cuando entran, están llenos de ansiedad y miedo, y quieren respuestas sobre lo que va a pasar después”, detalló la representante de la agencia en Armenia, Kavita Belani, que ha estado en el terreno desde el día uno de la crisis.
Belani agregó que las necesidades más urgentes incluían apoyo psicosocial, medicamentos y alojamiento para todos, dado el gran volumen de llegadas, así como apoyo específico para los más vulnerables: los ancianos y los niños.
El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, predijo que todos los armenios étnicos huirían de la región en "los próximos días".
"Nuestro análisis muestra que en los próximos días no habrá armenios en Nagorno-Karabaj", declaró Pashinyan a los miembros de su gabinete el jueves, según la agencia de noticias francesa AFP. "Se trata de un acto de limpieza étnica, del que venimos advirtiendo a la comunidad internacional desde hace mucho tiempo", indicó.
Según UNICEF, el 30 por ciento de los que llegan son menores y muchos han sido separados de sus familias.
A principios de esta semana, Alice Wairimu Nderitu, Asesora Especial de la ONU para la Prevención del Genocidio, reiteró su “gran preocupación” por la situación actual y pidió “hacer todos los esfuerzos posibles” para garantizar la protección y los derechos humanos de la población de etnia armenia que permanecen en la zona y de los que se han ido.
Una gran preocupación para los trabajadores humanitarios es que muchos niños han sido separados de sus familias, denunció Regina De Dominicis, Directora Regional de UNICEF y Coordinadora Especial para la Respuesta a Refugiados y Migrantes en Europa.
En ese sentido, explicó: "Por lo tanto, estamos trabajando para brindar, en primer lugar, apoyo psicosocial y también con los ministerios y las autoridades locales para garantizar que la localización de las familias se realice de inmediato y que las familias puedan unirse".
Desde el domingo, las aldeas armenias cercanas a la frontera con la región de Karabaj se han convertido en campamentos de refugiados improvisados.
Algunos de los que buscaban refugio sólo tuvieron unos minutos para hacer las maletas y salir en coches, autobuses y camiones de construcción, informaron. Si bien muchos refugiados expresaron alivio por llegar a Armenia desde Azerbaiyán, siguen traumatizados y confundidos acerca del futuro, según la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR).
“Fue tan evidente para todos –niños, hombres, mujeres, ancianos– que las expresiones en los rostros de quienes caminan hacia los puntos de registro lo dicen todo”, concluyó Hicham Diab de la Federación Internacional, hablando desde Ereván, la capital de Armenia.