Según el Instituto Americano de Investigación Geológica, entre el jueves y el viernes ha habido un terremoto de magnitud 4’6 a 55 kilómetros al este de Teherán.

Se ha informado de que el terremoto tuvo lugar a las 00:48 hora local a una profundidad de 5’6 kilómetros, 25 km al sur de la montaña Demavend. La montaña volcánica Demavend es el pico más alto de Irán.

Una persona ha muerto como resultado del terremoto que duró unos segundos, mientras que muchas personas tuvieron que dejar sus casas en la capital donde cundió el pánico, especialmente ahora que se aconseja a la gente quedarse en casa como medida de prevención ante la epidemia de coronavirus.

Irán y Rojhilat se encuentran situados en una de las áreas sísmicas más activas de todo el mundo.

El 23 de febrero, 9 personas perdieron la vida y decenas resultaron heridas tras un terremoto de magnitud 5’7 en la frontera entre Rojhilat y Bakur.

En noviembre de 2017, 620 personas murieron tras un terremoto de magnitud 7’3 en la provincia de Kirmasan, en Rojhilat.

El terremoto de magnitud 6’6 que sacudió la provincia de Kerman al sudeste en 2003 destruyó la antigua ciudad de Bam y causó la muerte de al menos 31.000 personas.

El terremoto más mortífero de los últimos 30 años tuvo lugar en el norte del país en 1990 con una magnitud de 7’4: 40.000 personas murieron y medio millón se quedaron sin hogar.