Seis meses después de la dimisión del Primer Ministro Abdul Mahdi, debido a las protestas que comenzaron en las ciudades árabes chiítas en octubre de 2019 y que se extendieron por todo Iraq, se ha formado el nuevo gobierno.

Mustafa al-Kadhimi asumió el cargo el miércoles pasado después de que el parlamento eligiera un nuevo gobierno.

El parlamento aprobó 15 ministros de un posible gabinete de 22 escaños en un voto de confianza. Cinco candidatos fueron rechazados; la votación de dos ministros se pospuso y siete ministerios siguen vacíos, incluyendo los puestos clave de petróleo y asuntos exteriores.

Muqtada al-Sadr, que tiene el mayor número de diputados, ha dado al nuevo gobierno 100 días para aplicar las reformas y el plan prometidos por el gobierno.

Al-Sadr también dijo que al-Kadhimi es "una persona seria en sus negocios y ama a su país".

Al-Kadhimi es un ex jefe de inteligencia y periodista. Se dice que está cerca de Washington pero no se negó a tender una mano a Irán. 

El nuevo primer ministro de Iraq ha prometido luchar contra la corrupción, limitar el acceso a las armas a los miembros del gobierno y devolver a los desplazados a sus hogares. Tal vez más importante para el pueblo, dijo que una prioridad será hacer responsables a aquellos que han matado a los manifestantes durante los meses anteriores de disturbios.

También prometió elecciones anticipadas y la aprobación de una ley de presupuesto que tendrá que abordar la profunda crisis económica en la que se encuentra el país.