Ceylan Önkol (12) fue asesinada por el proyectil de mortero disparado desde el puesto avanzado de Yayla mientras pastaba a sus animales el 28 de septiembre de 2009 en la aldea de Şenlik en la provincia de Lice de Amed (Diyarbakır).

Con motivo de su décimo aniversario de la muerte, la artista y periodista Zehra Doğan pintó un mural en Londres para conmemorar a Önkol.

Nacida en 1997, la colegiala Ceylan Önkol estaba en una colina en la aldea de Xambak, que pertenece al pueblo de Xiraba (Şenlik), para pastar ovejas y cabras cerca de la casa de sus padres el día de su muerte.

Los aldeanos dijeron que había un sonido en el aire seguido de una explosión. Poco después de la explosión, Ceylan fue encontrada muerta con su cuerpo destrozado.

La escena que los aldeanos encontraron frente a sus ojos fue horrible: las partes del cuerpo se dispersaron a más de 150 m con algunos aterrizajes en las ramas de los árboles cercanos. A pesar del daño masivo en su torso, los testigos dicen que sus piernas y pies, así como sus brazos, manos y cabeza estaban relativamente ilesos.

Se contactó a las autoridades y la familia esperó en la escena que fueran fuerzas de seguridad militar, un médico y el fiscal local. Nadie llegó después de seis horas de espera, se informó a la familia que el médico y el fiscal tampoco acudirían porque temían por su seguridad.

El Imam de la aldea recibió instrucciones de tomar fotografías de la escena y se le pidió a la familia que recogiera los restos de la niña y los llevara a la estación de policía en la provincia de Bingöl, donde se podría realizar una autopsia. Según el protocolo local, los fiscales deberían haber llevado a cabo la autopsia en el lugar.

La Asociación de Derechos Humanos (IHD) enfatizó que el fiscal finalmente llego tres días después y fue entonces cuando realizó su "investigación".

La madre de Ceylan Önkol en ese momento gritó: "Mi Ceylan se rompió en pedazos. ¿Por qué mataron a mi hija sin motivo? ¿Quién responderá por esto?"