La Unión de Asociaciones Yazidíes NAV-YEK ha emitido una declaración sobre el ataque con aviones teledirigidos contra la región de Sinjar en el sur de Kurdistán, en el norte de Irak.

A continuación reproducimos el texto de la declaración:

"Hace dos semanas, el 4 de noviembre de 2019, aviones de combate turcos bombardearon la ciudad de Xanesor (Khanasor), habitada por yazidíes, y los alrededores de la aldea de Barê, en la región de Sinjar. La comunidad internacional volvió a guardar silencio y alentó así al déspota a que prosiguiera su guerra de agresión, que es contraria al derecho internacional.

En la mañana del 19 de noviembre de 2019, aviones teledirigidos turcos armados sin tripulación volvieron a bombardear la ciudad de Xanesor, en la región de Shengal. Las consecuencias detalladas de esta noticia de terror aún no se conocen. Se sabe que las casas de la población civil han sido bombardeadas y destruidas. Varias personas han resultado heridas.

Desde el inicio de la guerra de agresión en el norte de Siria (Afrin y Rojava), que viola el derecho internacional, y el supuesto alto el fuego, el gobierno de Erdogan-AKP ha violado todos los acuerdos imaginables. No se trata de un alto el fuego. Por el contrario, continúa sin piedad su guerra de agresión contra el pueblo de Rojava. Llena la supuesta zona de seguridad que quiere establecer con la sangre de personas inocentes.

¿Cómo puede crear seguridad y paz librando guerras de agresión contrarias al derecho internacional, ejecutando sistemáticamente a personas, bombardeando a la población civil y aliándose con yihadistas terroristas? La única seguridad que se quiere crear aquí es la de Erdogan y sus yihadistas.

Con la limpieza étnica, Erdogan y sus aliados yihadistas quieren llevar la lucha islamista por un estado islamista al colofón final. Cualquier medio y cualquier banda terrorista está bien para el candidato califal para este fin. Porque sólo con el exterminio y la expulsión de los yazidíes y de todos aquellos que creen y piensan de manera diferente, se acerca a su objetivo inhumano.

El hecho de que un dictador así pueda seguir siendo un socio de la OTAN ya no es comprensible desde el punto de vista humano ni justificable desde el punto de vista jurídico. Contrariamente al acuerdo de la OTAN, compra armas de guerra a su hermano en espíritu, el déspota Putin. Resulta casi irónico que el tercer hermano en espíritu, Trump, con su invitación a los Estados Unidos, haya recompensado a Erdogan por sus guerras de agresión contrarias al Derecho internacional y por sus amenazas a Europa. Al contrario, Trump resultó ser un gran fan de Erdogan. El hecho de que el Gobierno alemán siga siendo un aliado y socio económico de Turquía, que siga callado y que no imponga sanciones a Turquía, viola todos los derechos humanos y todos los acuerdos democráticos. Tal comportamiento por parte de Erdogan no puede ni debe seguir siendo tolerado!

La comunidad internacional de Estados, la UE, la OTAN, etc., no debe observar de forma más inactiva cómo Erdogan continúa su sangrienta campaña contra las minorías como los yazidíes, los cristianos y otros. Los Estados y países que apoyan a Erdogan no cumplen con su deber y brillan en silencio, haciéndose cómplices y cómplices.

No toleraremos esto por más tiempo y no permitiremos que se lleve a cabo otro genocidio en Sinjar. Por lo tanto, instamos al público democrático y a todas las organizaciones e instituciones internacionales pertinentes a que:

- detengan inmediatamente la agresión, la invasión y cualquier ataque de Turquía,

- cierren inmediatamente el espacio aéreo sobre el norte de Siria y el norte de Iraq -región de Sinjar- para evitar la limpieza étnica y el genocidio de la población previstos,

- lleven a los responsables del genocidio del 3 de agosto de 2014 ante la justicia,

- pongan a Erdogan en juicio ante un tribunal internacional por sus guerras de agresión contrarias al derecho internacional.