Durante meses, las zonas forestales de la provincia kurda de Şırnak han sido taladas sistemáticamente. Otras grandes áreas boscosas están siendo destruidas por incendios forestales. La destrucción de la naturaleza de la región está ocurriendo bajo la supervisión del ejército y continúa extendiéndose todos los días.

Desde principios de la primavera, los llamados guardias de aldea (paramilitares locales que trabajan para el estado) comenzaron a talar árboles en la región de Besta y en el monte Namaz. Mientras tanto, decenas de miles de árboles han sido arrancados de raíz en las zonas de Sêrê Rû, Şerewan, Kaniya Hilo, Dola Hevran, Berûze, Quntarên Navyan, Rîsor, Girêhelizê y Darikarû.

Cámaras trampa y torres de observación

El beneficio de la venta de la madera es secundario; la principal preocupación es el control militar de la región de resistencia. Mientras que la madera se carga en camiones para la venta y se transporta a varios pueblos, se crean rutas de acceso militar en las antiguas áreas forestales y se instalan cámaras trampa y puestos de observación.

Anuncios de helicópteros

Las operaciones están acompañadas desde el aire por helicópteros militares. Se establecerá una nueva zona de limpieza en Kaniya Mîra. Desde el aire, los guardias de la aldea de Sêgirkê (Şenoba) son incitados por los soldados a través de altavoces: "No dejes un  sólo árbol en pie".

"Estamos despejando aquí por orden del estado"

Las personas de la población local que protestan contra la destrucción de sus tierras obtienen la respuesta de los guardias de la aldea: "Estamos despejando aquí por orden del estado". Los guardias del pueblo trabajan de 7:00 am a 5:00 pm, destruyendo sistemáticamente las áreas forestales para que, según la gente local, ni un solo árbol pueda dar sombra.