“¡No votes por una cebolla que cuesta 30 TL el kilo!”
El Partido de la Izquierda Verde vuelve a llamar la atención durante la campaña electoral de cara a las elecciones del 14 de mayo con un puesto en Kadıköy, Estambul.
El Partido de la Izquierda Verde vuelve a llamar la atención durante la campaña electoral de cara a las elecciones del 14 de mayo con un puesto en Kadıköy, Estambul.
Queda menos de un mes para las elecciones presidenciales del 14 de mayo en Turquía y los partidos trabajan sin descanso tanto en la apertura de oficinas electorales como en los puestos electorales a pie de calle.
El puesto del Partido de la Izquierda Verde (Yeşil Sol Partisi, YSP) en Kadıköy se encuentra justo enfrente del muelle de Beşiktaş. En él, destaca un cartel en el que se lee: "¡No votes por una cebolla que cuesta 30 TL!", atrayendo la atención de mucha gente. Y es que todo el mundo ha protestado por el aumento del precio de la cebolla y de los alimentos en un país que se encuentra fuertemente azotado por una crisis económica.
Llamamiento a garantizar la seguridad de las urnas
El YSP, con el que se presenta el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) kurdo, en pleno proceso de persecución política e ilegalización, ha subrayado que todavía hay escasez de voluntarias y voluntarios electorales en Kadıköy. Los miembros del partido han hecho un llamamiento para garantizar que el día de las elecciones haya gente suficiente en todas las mesas electorales, ya que el fraude a pie de urna es prácticamente una constante en las elecciones turcas.
Un segundo llamamiento se refiere a las oportunidades de transporte que, según el partido, se proporcionarán especialmente a aquellos y aquellas que no puedan salir de su casa en Estambul para ir a votar en su propia región, o aquellos y aquellas cuyo registro se encuentra todavía en la zona del terremoto.
Campaña de firmas contra los ecocidios
Por otra parte, desde los puestos a pie de calle el YSP está llevando a cabo una campaña de recogida de firmas organizada por organizaciones ecologistas. La campaña es contra los delitos ecológicos que los ecologistas quieren que se consideren delito en el derecho interno para poderlos defender como parte del derecho a la vida.
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