El viernes 23 de diciembre, tres activistas kurdos fueron asesinados en un centro cultural kurdo de París.  

El partido noruego Rødt (Rojo) condenó el ataque en una declaración escrita en la que subrayaba que "no es la primera vez que activistas kurdos en el exilio son atacados con violencia mortal.  En 2013, tres activistas kurdas fueron asesinadas en Francia.

En Noruega, hemos visto anteriormente cómo las manifestaciones y los símbolos kurdos se han recibido con provocaciones y ataques, incluso desde círculos que apoyan el poder militar turco y la opresión de los kurdos".

La declaración continuaba: "Los kurdos llevan mucho tiempo luchando contra la opresión y los ataques violentos, especialmente los procedentes del régimen turco.  Desde noviembre, las zonas kurdas han sido objeto de ataques militares masivos tanto por parte de Turquía como de Irán. Más de 200 personas han muerto por bombas, drones y artillería pesada.  Y ahora vemos que los kurdos en el exilio también están siendo atacados directamente.

Los kurdos luchan por la libertad, la democracia y la igualdad, y en esa lucha necesitan apoyo y protección.  Tanto si la lucha es en Irán, Turquía, París u Oslo, Oslo Rojo está con los kurdos".

El partido exigió "mayor protección para los activistas kurdos en Noruega, que los kurdos en Noruega estén protegidos contra los ataques de la inteligencia turca e iraní, y que ningún kurdo sea entregado al régimen de Erdogan en Turquía.  Noruega debe proporcionar protección y residencia a los activistas kurdos huidos".