Peace in Kurdistan ha emitido un comunicado exigiendo justicia para las víctimas del atentado de París y para todos los kurdos y las kurdas.

El comunicado dice: "Justo cuando todo el mundo se preparaba para disfrutar de las vacaciones familiares de Navidad y Año Nuevo, la comunidad kurda de París recibió un golpe devastador al ser asesinados tres de sus miembros en un horrible atentado terrorista no provocado.

Un presunto agresor con antecedentes de violencia racista fue rápidamente detenido y el atentado se describió aún más rápidamente como un acto aleatorio dirigido contra ‘extranjeros’ y no específicamente contra kurdos".

La declaración añade: "Con razón, los kurdos y las kurdas no se lo creyeron. Conmocionados y furiosos por otro ataque homicida contra su comunidad, se organizaron protestas espontáneas en las que se reclamó justicia para las víctimas y se exigieron derechos políticos más amplios. Las autoridades francesas se mostraron recelosas por su estrecha relación con Turquía.

El momento en que se produjo el incidente se consideró una coincidencia excesiva, ya que se produjo casi exactamente diez años después del asesinato de las tres activistas kurdas Sakine Cansiz, Fidan Dogan y Leyla Soylemez, cuyo caso sigue sin resolverse y cuyos autores permanecen impunes.

Las sospechas kurdas de que Turquía tiene algo que ver con los últimos asesinatos son temores racionales y no acusaciones infundadas. Lo que hace falta es una investigación y un proceso judicial totalmente exhaustivos, imparciales, justos, abiertos y transparentes para disipar todas las sospechas y hacer justicia a las víctimas. Nada menos que eso es aceptable".

La declaración continúa: "Turquía se ha quejado a las autoridades francesas de lo poco que se ha hecho para frenar los sentimientos antiturcos durante las protestas celebradas tras los asesinatos. Los esfuerzos de Turquía por influir en la política europea no hacen sino aumentar las sospechas de los kurdos, que han sufrido una represión incesante durante los años de reinado de Erdogan en el poder. Ankara ha ejercido una fuerte presión para obligar a sus aliados europeos a tomar medidas drásticas contra las organizaciones kurdas y ha intentado que se extradite a activistas kurdos. Al mismo tiempo, la represión de los kurdos dentro de Turquía no ha cesado, mientras el régimen libraba una guerra contra los kurdos en Siria e Irak.

Los últimos asesinatos de París han exacerbado las tensiones. Los sentimientos son inevitablemente encontrados. Los kurdos y las kurdas sienten que no se les escucha y que se ignoran sus demandas".

Hay que recordar que la comunidad kurda de París no está conformada por emigrantes económicos, sino refugiados políticos que simplemente no pueden vivir libremente como kurdos y kurdas en su propio país. Actualmente hay pocas perspectivas de paz y no se está haciendo ningún esfuerzo serio para mediar en un proceso de paz. En todo caso, la situación política en Turquía empeora día a día. Los kurdos y las kurdas son muy conscientes de las amenazas a las que se enfrentan. Ahora temen que ya no puedan vivir en paz en su lugar de exilio. El asesinato de Ermine Kara, Sirin Aydin y Abdurrahman Kizil en París el 23 de diciembre ha provocado miedo y consternación entre los kurdos de toda Europa. Pero las muertes también han impulsado a los kurdos y a las kurdas a la acción para buscar una solución y garantizar que sus voces sean escuchadas.

Peace in Kurdistan hace llegar su más sentido pésame a todos y todas los que lloran la pérdida de sus amigos y amigas, exigimos justicia para las víctimas y para todos los kurdos y las kurdas. Es hora de que los dirigentes políticos de Europa escuchen a los kurdos y atiendan seriamente sus demandas.