En una declaración escrita, el Consejo General del PYD dijo que no es aceptable negar las visitas de familiares y abogados al representante del pueblo kurdo Abdullah Öcalan.
La declaración enfatizó que el aislamiento de Öcalan no se ajustaba a ningún principio o medida humanitaria y enfureció al pueblo kurdo.
"Mientras que el mundo entero se enfrenta a la epidemia de coronavirus, el Estado turco sigue llevando a cabo sus políticas de hostilidad contra el pueblo kurdo. El Estado turco sigue apoyando a los mercenarios en Siria, debido a su política de hostilidad.
Mientras el Estado turco hace esto en nuestra región, mantiene su política de presión hacia los presos políticos y los periodistas en el interior. El Estado turco, además de no hacer ninguna declaración sobre los prisioneros, también impide a las familias reunirse con sus parientes. El aislamiento del Presidente Abdullah Öcalan continúa y todas las solicitudes de familiares y abogados han sido rechazadas", decía la declaración.
El Consejo General del PYD "enfatiza que el estado turco debe poner fin a estas prácticas. Hacemos un llamamiento a todos los círculos democráticos y organizaciones de derechos humanos para que desempeñen su papel y tomen medidas para poner fin a la hostilidad del Estado turco hacia los prisioneros. Es esencial que el aislamiento termine lo antes posible, y que la familia y los abogados se reúnan con el representante Abdullah Öcalan.
Nuestro pueblo debe trabajar para eliminar el aislamiento impuesto al Abdullah Öcalan y mejorar las condiciones de los prisioneros políticos".