¿Qué motiva la repentina deportación de activistas kurdos en Francia?
En marzo y abril, Francia deportó a tres activistas kurdos a Turquía: Firaz Korkmaz, de 24 años; Mehmet Kopal, de 37 años, y Serhat Gultekin, de 28 años.
En marzo y abril, Francia deportó a tres activistas kurdos a Turquía: Firaz Korkmaz, de 24 años; Mehmet Kopal, de 37 años, y Serhat Gultekin, de 28 años.
En marzo y abril, Francia deportó a tres activistas kurdos a Turquía: Firaz Korkmaz, de 24 años; Mehmet Kopal, de 37 años, y Serhat Gultekin, de 28 años.
Todos ellos eran sospechosos de tener estrechos vínculos con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán ( PKK ), en conflicto con el Estado turco desde hace 40 años. Francia, al igual que sus aliados occidentales, considera al PKK una organización terrorista.
Los kurdos son un pueblo sin Estado que se extiende por Oriente Medio, de los cuales aproximadamente un tercio vive en Turquía. Unos 150.000 kurdos residen en Francia.
El Consejo Democrático Kurdo de Francia (CDK-F), una agrupación de 27 asociaciones kurdas, ha condenado las deportaciones y ha advertido que se están investigando más casos.
A finales de abril, ocho hombres kurdos fueron arrestados en París y el sureste de Francia, acusados de extorsionar fondos a la comunidad kurda para apoyar actividades del PKK, considerado como financiación del terrorismo.
Las autoridades también allanaron los canales kurdos exiliados Sterk TV y Medya Haber TV en Bélgica a petición de la justicia francesa.
El CDK-F afirma que este nivel de acción no tiene precedentes. Antes de abril, ningún activista kurdo había sido entregado a Turquía desde 2019, cuando las relaciones diplomáticas entre París y Ankara alcanzaron su punto más bajo.
La fricción se debió en parte al apoyo de Francia a las YPG (Unidades de Protección del Pueblo) kurdas, que luchaba contra el Estado Islámico (ISIS) en Siria, pero que Turquía considera una extensión del PKK.
No es seguro regresar
Según el CDK-F, desde abril las autoridades francesas han revocado el estatuto de refugiados a 50 militantes kurdos y han deportado a tres activistas. El caso de Serhat Gultekin ha suscitado especial preocupación.
Gultekin, miembro del partido pro kurdo HDP (Partido Democrático de los Pueblos) de Turquía, había sido torturado y perseguido en territorio turco antes de huir a Francia en 2017. Solicitó asilo político y continuó su activismo en el exilio.
En abril de 2023, Gultekin y otras diez personas fueron declarados culpables de extorsión y financiación del terrorismo.
Fue condenado, pero en una medida muy inusual el fiscal estatal antiterrorista advirtió específicamente de los peligros de enviarlo a él y a los otros de regreso a Turquía “en vista del peligro que habían corrido” y “los riesgos a los que una expulsión los expondría”.
El tribunal estuvo de acuerdo, pero las autoridades francesas adoptaron una postura diferente. El 12 de abril, el día antes de que el juez se pronunciara sobre la solicitud de asilo de Gultekin, el Ministerio del Interior emitió una orden de deportación.
“Agentes de policía vestidos de civil lo metieron en un camión, lo esposaron, lo ataron y lo llevaron al aeropuerto”, dijo a RFI el abogado de Gultekin, David Andic. “En el camión le dijeron: ‘Serhat, te vamos a enviar a Turquía. Te guste o no’”.
Cuando Gultekin aterrizó, lo esperaban miembros del servicio secreto turco MIT. Ahora cumple una condena de seis años y tres meses en una prisión de Estambul.
Violación de los derechos humanos
El 26 de septiembre, el Tribunal Administrativo de Apelación de París declaró “ilegal” la deportación de Gultekin, afirmando que violaba el artículo 3 de la Carta Europea de Derechos Humanos, que prohíbe la tortura.
El CDK-F también está luchando para evitar la deportación de Idris Kaplan, otro activista condenado en ausencia a cadena perpetua en Turquía como presunto líder del PKK.
“El señor Kaplan se enfrenta a, al menos, 25 años de prisión en Turquía, un país donde los derechos de los kurdos son violados sistemáticamente y donde la persecución política, la represión y la tortura son algo común”, afirma un comunicado del CDK-F .
Criticaron a Francia por ignorar estos hechos y deportar a Kaplan a pesar de los riesgos, citando el artículo 3 y el principio de no devolución de la Convención de Ginebra.
“No se puede entregar a los aliados a sus enemigos en nombre de la seguridad o de acuerdos diplomáticos. Es un principio moral básico”, afirmó el portavoz del CDK-F, Agit Polat, en Le Monde, señalando el papel de Kaplan en la lucha contra el grupo armado Estado Islámico junto a las fuerzas especiales francesas en Irak.
El 8 de octubre, un tribunal de Cergy-Pontoise, al noroeste de París, suspendió la orden de expulsión de Kaplan.
¿Activistas kurdos como moneda de cambio?
¿Por qué las autoridades francesas han adoptado una postura más dura con los activistas kurdos? Una teoría es que los intereses económicos pesan más que las preocupaciones por los derechos humanos.
Kostas Pikramenos, coautor de un libro sobre el servicio de inteligencia MIT, de Turquía, dice que los activistas kurdos pueden ser utilizados como moneda de cambio en las negociaciones de inteligencia.
La expulsión de los tres kurdos es probablemente parte de una “operación de seducción por parte de Francia para firmar contratos comerciales” con Turquía, dijo a la revista de noticias Marianne, señalando un pedido de 200 aviones Airbus por valor de 40.000 millones de dólares por parte de Turkish Airlines a finales de 2023.
El CDK-F cree que Francia podría estar pagando a Turquía por su cooperación en materia de inteligencia.
En marzo, después de un ataque en Moscú reivindicado por ISIS-K, el presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió que el grupo había intentado varios ataques en suelo francés en los últimos meses.
Según una fuente de inteligencia francesa anónima citada por la revista Marianne, Ankara habría compartido información sobre los ataques planeados por ISIS-K durante los próximos Juegos Olímpicos de 2024.
Cuando se contactó desde RFI sobre los casos de deportación, el Ministerio del Interior de Francia se negó a hacer comentarios y dijo que se trataba de información clasificada.
Por su parte, la Oficina francesa para la protección de los refugiados y de los apátridas (Ofpra) ha subrayado que “evalúa de forma independiente” las solicitudes de revocación del estatuto de refugiado presentadas por el Ministerio del Interior. Estas decisiones pueden ser recurridas ante el Tribunal Nacional de Asilo.
El CDK-F ha advertido que cinco activistas kurdos más podrían enfrentarse a la deportación en los próximos meses.
FUENTE: Alison Hird / Radio Francia Internacional / Fecha de publicación original: 25 de octubre de 2024 / Traducción y edición: Kurdistán América Latina