Informan de que varios combatientes amigos de las guerrillas kurdas en Myanmar, quienes enviaron un mensaje de solidaridad con Rojava hace apenas un mes ante la oleada de ataques turcos y el silencio internacional, cayeron mártires.
El 16 de octubre, miembros de las Fuerza de Defensa del Pueblo Karenni, vieron la revolución en Rojava y su lucha por la igualdad y enviaron un mensaje de solidaridad a través de la agencia de noticias Nûçe Ciwan.
La declaración decía: "De un movimiento revolucionario a otro ante los que la comunidad internacional ha hecho la vista gorda, nos gustaría decir: 'Vemos vuestras luchas, vemos vuestra lucha por la liberación y la justicia'. La ausencia de quienes se levantan contra el mal es más aterradora que el propio mal".
Las Unidades de Protección Popular y las Unidades de Protección de las Mujeres (YPG/YPJ) reaccionaron a este mensaje el 10 de noviembre y publicaron un vídeo en el que transmitían un mensaje de solidaridad a la lucha revolucionaria de Myanmar.
Desgraciadamente, el amigo de Myanmar que se puso en contacto con la agencia Nûçe Ciwan anunció que 21 de sus combatientes habían caído mártires el viernes por la noche en enfrentamientos.
Nuçe Ciwan escribió: “Según la información recibida, el centro militar fue objetivo de vuelos de reconocimiento y atacado. Entre los mártires se encontraría el comandante Sayar Richard, uno de los responsables del envío de la declaración de lealtad a la Revolución de Rojava."
Antecedentes
El 1 de febrero de 2021, los militares de Myanmar dieron un golpe de Estado en plena noche, horas antes de que el Parlamento recién elegido se reuniera por primera vez. Los militares alegaron fraude electoral en las elecciones de noviembre de 2020, en las que su partido fue derrotado por la Liga Nacional para la Democracia, liderada por Aung San Suu Kyi, que obtuvo una aplastante victoria en la reelección.
Pocos días después del golpe, estallaron protestas masivas en Yangón y en todo el país. Aunque se produjeron algunos incidentes aislados de violencia, las fuerzas de seguridad permitieron en gran medida que se celebraran manifestaciones pacíficas durante todo el mes de febrero. Pero hacia finales de mes, la junta desplegó tácticas cada vez más violentas, desde cañones de agua, palizas y balas de goma, hasta munición real.
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