Riseup4Rojava ha emitido un comunicado para condenar las últimas oleadas de bombardeos en el norte y el este de Siria y ha hecho un llamamiento a todo el mundo para que se levante para protestar contra estos crímenes. 

El llamamiento decía: "Turquía ha lanzado probablemente la campaña de bombardeos más amplia a la que se ha enfrentado el noreste de Siria hasta la fecha. Desde el 5 de octubre, Turquía ha llevado a cabo más de 30 ataques aéreos, principalmente en la región de Cizîre y Kobanê. Estos ataques aéreos han tenido como objetivo vehículos, aldeas y, especialmente, infraestructuras civiles críticas, como centrales petrolíferas y eléctricas y gasolineras, lo que ha causado víctimas civiles y bajas entre las fuerzas de seguridad internas. Grandes zonas sufrieron un apagón total, con muchos hospitales, fábricas de pan y otras instituciones públicas críticas completamente sin electricidad. Los ataques continuaron esta mañana, cuando fueron atacados un hospital Corona y una central eléctrica. A pesar de los evidentes crímenes de guerra, la comunidad internacional no ha reaccionado hasta ahora. Estos ataques se produjeron tras las amenazas del ministro turco de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, dirigidas a la región autoadministrada. 

El pretexto para estas amenazas fue una acción de autoatentado que tuvo lugar el 1 de octubre en Ankara, reivindicada por las Fuerzas de Defensa del Pueblo (HPG). El ministro turco de Asuntos Exteriores declaró que los atacantes procedían del noreste de Siria, justificando estos ataques contra "todas las infraestructuras, superestructuras e instalaciones energéticas", especialmente en Siria e Irak".

La declaración añadía: "Comprender estos ataques exige evitar simplificaciones excesivas como enmarcarlos en una mera "venganza por Ankara", como promueve el Estado turco, o normalizarlos, como han hecho algunos medios de comunicación e instituciones cercanas a los Estados imperiales. En su lugar, es significativo verlos como parte de una campaña militar más amplia orquestada por las autoridades turcas, en pos de lo que parece ser la creación de un nuevo Imperio Otomano. Estos ataques no deben considerarse desconectados de la guerra en las montañas del Kurdistán Meridional, las torturas en las cárceles turcas o los ataques a periodistas, políticos y jóvenes en el Kurdistán Septentrional.

Lo que sigue siendo inconfundible es la notable resistencia contra este plan de ocupación y genocidio.
Esta resistencia incluye no sólo la reciente acción en Ankara, sino también la firmeza de las fuerzas guerrilleras en las montañas del Kurdistán y las iniciativas democráticas emprendidas por los pueblos del Kurdistán meridional y septentrional, Iraq y Armenia. En su núcleo, esta resistencia está liderada por el pueblo del noreste de Siria, que está construyendo estructuras democráticas en medio de difíciles condiciones de guerra.Todas las fuerzas democráticas y antibelicistas tienen un papel vital en esta resistencia y deben unirse contra estos ataques.Sin embargo, limitarse a reaccionar ante ellos es insuficiente. Lo que se necesita es enfrentarse activamente al fascismo turco, a sus colaboradores y partidarios dondequiera que se encuentren."

La declaración continuaba: "Hacemos un llamamiento a todos los grupos, personas e iniciativas solidarias para que se activen y se opongan juntos a los ataques de Turquía y a la complicidad internacional y actúen con decisión para detener los crímenes de guerra cometidos por Turquía. ¡Devolvamos la guerra a los responsables, especuladores, empresas y gobiernos! Juntos nos levantamos contra los ataques a Rojava y al noreste de Siria. Unidos defenderemos la Revolución".